Abordar el repertorio barroco es uno de los grandes pendientes que tiene la ópera en México, afirma el flautista y director de orquesta Horacio Franco, quien fundó la Capella Barroca de México, precisamente, con el propósito de atender esa carencia.

Integrada por 25 músicos, la mayoría de ellos atrilistas principales de sección en diferentes orquestas del país, así como por 11 jóvenes cantantes, la agrupación hizo su presentación oficial este sábado, con el estreno en México de la ópera Rinaldo, de Geörg Friedrich Händel, en versión de concierto.

Cuatro son las funciones programadas de ese título, todas con entrada libre para el público. Al igual que la de ayer, la de este domingo tendrá lugar en el Conservatorio Nacional de Música (Presidente Masaryk 582, Polanco), a las 18 horas. Las dos restantes, en tanto, serán el jueves 31 de mayo y el sábado 2 de junio, a las 19 horas, en el Centro Cultural Ex Capilla de Guadalupe (Parque Lira 94, colonia Observatorio).

De acuerdo con Horacio Franco, en el país prevalece una profunda reticencia e ignorancia hacia la verdadera esencia de la ópera barroca, lo cual se hace evidente, sostiene, tanto en los centros de enseñanza musical como en los concursos de canto y el terreno profesional.

Reconocido entre los más importantes flautistas de pico del mundo, el intérprete advierte sobre el atraso de entre 50 y 60 años de México en lo que compete a ese repertorio respecto de otras partes del mundo, entre ellas Europa.

Desde hace 27 años soy maestro de música antigua en el Conservatorio Nacional, y he advertido que alumnos de canto se enfocan sólo en los repertorios operísticos de los siglos XIX y XX.

A su decir, el recelo hacia la ópera barroca no sólo se hace patente en las escuelas. También se extiende a las autoridades culturales, como queda de manifiesto en la muy escasa o incluso nula programación de ese tipo de obras.

De igual manera, agrega, puede observarse en concursos de canto, como el Carlo Morelli, el más importante en su tipo del país, en el cual, cuando un participante llega con un aria de Vivaldi o Händel, le preguntan si no tiene una pieza más difícil, siendo que son tan o más complejas que las de Puccini o Verdi.

“No se ha sabido capitalizar el talento de los jóvenes que quieren hacer este tipo de música –subraya. El hecho de ser contratenor, por ejemplo, es un estigma, no porque no guste a los maestros, sino porque ignoran cómo entrenarlos.”

La Capella Barroca de México no es la primera agrupación creada por Horacio Franco para hacer frente a ese tipo de repertorio. Le antecedieron la Capella Cervantina, fundada en 1993, y 10 años después, la Capella Puebla, aunque ambas orquestas debieron desintegrarse por motivos de índole económica.

Con el propósito de evitar un destino similar para esta nueva agrupación, el flautista constituyó una asociación civil, además de que solicitó apoyo al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), instancia que aportó un presupuesto de 3 millones de pesos para esta primera temporada, la cual constará de cuatro programas.

Varios de los músicos de este nuevo conjunto participaron asimismo en la Capella Puebla; de acuerdo con el director, uno de los principales desafíos de esta naciente iniciativa será lograr consolidarla como proyecto académico.

Es decir, explica, que sea una agrupación permanente, “no una orquesta de hueso, en la que sus músicos lleguen a ensayar, toquen, se vayan y termine finalmente por pasar nada”.

Rinaldo es una de las óperas más importantes de Händel, la cual adquirió mayor realce y popularidad a partir de la inclusión de fragmentos suyos en la película Farinelli, de Gérard Corbiau, comenta Horacio Franco, quien destaca que entre los cuatro programas de esta primera temporada de la Capella Barroca de México se encuentra la primera gala en el país con oberturas de óperas de ballets de Jean Philippe Rameau.

Asimismo, habrá uno con Madrigales y obras de Salamone Rossi, y otro integrado por los Magnificat, de Johann Sebastian Bach y de Vivaldi, éste último interpretado por los Madrigalistas de Bellas Artes.