La precarización del trabajo en México se agravó en este sexenio a tal grado que 40 por ciento de los trabajadores asalariados del país no reciben prestaciones, no tienen seguridad social ni aguinaldo, o vacaciones, y mucho menos utilidades. Incluso, 68 por ciento de las mujeres que trabajan están excluidas de estos derechos.

Sólo 15 por ciento de quienes se dedican a actividades agrícolas, ganaderas, forestales, de caza y pesca reciben prestaciones, por lo que 85 por ciento de ellos, que representan un millón 388 mil personas, no reciben ninguno de los beneficios adicionales al salario que señala la Ley Federal del Trabajo.

El Balance laboral del sexenio, elaborado por el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) –que refiere los datos anteriores– también indica que la precarización laboral en México, registrada en este periodo panista, se da sobre todo en medianas y pequeñas empresas, donde labora la mayor parte de los asalariados del país.

El análisis refiere que más de 10 millones 941 mil trabajadores se encuentran en esa situación en la que no se le reconocen sus derechos mínimos como vacaciones pagadas y que equivalen a entre 38 y 40 por ciento del total de asalariados.

Puntualiza que la prestación que menos se cumple en México es el reparto de utilidades, seguido de prima vacacional, ya que 41 por ciento de los asalariados carece de ellas. Otro 21 por ciento de los trabajadores no recibe vacaciones pagadas: 14 por ciento no tienen servicios de salud y a 11 por ciento no le dan aguinaldo.

A mejor puesto, menor carencia de prestaciones, ya que las cifras indican que nueve de cada 10 jefes gozan de éstas. Incluso, el grupo con más alto porcentaje de prestaciones sociales es el conformado por funcionarios, directores y jefes en general; 92 por ciento se aseguran recibir todas las prestaciones de ley.

En el extremo opuesto, dos de cada 10 campesinos asalariados reciben estos derechos; 73 por ciento de ellos no tienen aguinaldo. Del mismo modo, un millón 887 mil artesanos, que representan 61 por ciento de todos los que existen en el país, no gozan de ninguna prestación ni vacaciones, seguridad social o aguinaldo; lo mismo aplica para 3 millones 131 mil ayudantes en actividades elementales y de apoyo.

El balance destaca que uno de los factores que han incidido en la situación precaria de los trabajadores es la desindustrialización que se registró en el país en este sexenio del PAN y en el anterior, donde sectores, como la metalmecánica, la producción manufacturera, la industria textil y del vestido, la sideúrgica, equipo de computación, entre otros, tuvieron una grave contracción, cerraron empresas y se perdieron plazas laborales. Ello presionó los salarios a la baja y dio paso al incumplimiento de derechos básicos de los trabajadores y a que, por ejemplo, se perdieran en el sector manufacturero 700 mil empleos en 11 años de gobierno blanquiazul.