El candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, llamó a los capitalinos a dar paso a otro proyecto en el gobierno del Distrito Federal y ofreció, primero, hacer campaña junto con Beatriz Paredes Rangel para recuperar la capital de la República y, si ambos ganan la elección, trabajar de manera coordinada con ella desde Los Pinos.

Seremos aliados. Vamos a lograr una alianza sólida, comprometida, de trabajo conjunto y compartido entre el gobierno federal y el del Distrito Federal. No gobiernos aislados sino unidos para servir a la ciudad de México, expresó.

Ayer, Peña Nieto asistió al inicio de campaña de Paredes Rangel al gobierno capitalino, en un encuentro en el Auditorio Nacional al que fueron acarreados miles de habitantes de las zonas marginadas de la ciudad, a quienes el candidato presidencial ofreció apoyarlos con programas sociales.

No sólo para unos cuantos, para algunos o quienes tienen el apoyo de un gobierno que sólo pareciera trabajar para una parte de la sociedad. El PRI quiere gobernar para toda la sociedad capitalina, dijo.

El inicio de campaña de Paredes Rangel estuvo acompañado por gran parte de los políticos priísta de la capital que perdieron las elecciones hace 15 años, así como candidatos a senadores y diputados del PRI y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Además de Óscar Levín y Sami David David. También los senadores Francisco Labastida y María de los Ángeles Moreno tuvieron un lugar privilegiado en la primera fila.

Además, el respaldo a Paredes incluyó a las dirigencias de los dos partidos: la del Verde, representada por el senador Arturo Escobar y El Niño Verde, Jorge Emilio González, quien recibió un abucheo desde la parte alta del auditorio.

Como parte esencial de la animación, el líder del sindicato de músicos en la capital y diputado federal del PRI, Armando Báez Pinal, invitó a sus amigos cantantes para entretener a quienes llegaron al auditorio desde las diez de la mañana, aunque el encuentro inició a la una de la tarde. Y, en el momento estelar, apareció la Sonora Santanera.

Después del discurso de Paredes Rangel, Peña Nieto insistió en sus críticas a los dos sexenios de gobiernos federales panistas y sostuvo que el proyecto del PRI para el país y la capital de la República es de un cambio positivo.

No queremos un país en el que vemos cómo, de manera crítica, se incrementa la pobreza en varios millones de mexicanos. No queremos observar ni ver cómo nos proyectamos al mundo como un país inseguro, violento, donde se ha perdido la paz y la libertad y que muchos mexicanos son presas y víctimas del crimen organizado y por eso no salen, conviven y departen libremente, afirmó.

También lamentó que el país continúe creciendo a un ritmo bajo, sin generar empleos ni oportunidades para los jóvenes que, dijo, de ser el bono demográfico ahora ya son un pasivo demográfico.

En el caso de la elección para jefe de gobierno, Peña exaltó la currícula de Paredes Rangel como diputada, senadora y ex gobernadora de Tlaxcala y sostuvo que la capital “no puede permitirse la improvisación en el gobierno, sino experiencia y capacidad. Y Paredes, afirmó, está lista y resuelta para poner esta experiencia al servicio de la ciudad.