Madrid, 24 de abril. Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, fueron increpados por un grupo de ciudadanos indignados por los recientes escándalos de la monarquía española. A su llegada a la entrega del Premio Cervantes, en la Universidad Alcalá de Henares, los recibieron al grito de Borbón, cabrón, trabaja de peón. Fueron abucheados en una expresión más de malestar de una sociedad que sufre severos recortes en los servicios públicos y los estragos de la crisis financiera que inició en 2008 y que ha ubicado a España como el país europeo con el mayor número de desempleados, con 5 millones 400 mil.

El heredero de la corona y la jefatura del Estado, el príncipe de Felipe, sustituyó a su padre en la ceremonia de la entrega del premio de literatura que cada año se entrega con motivo del Día del Libro. El rey Juan Carlos se recupera todavía de una operación de cadera tras sufrir una caída durante una cacería de elefantes en Botsuana, uno de los motivos del creciente malestar en España con la monarquía. El rey Juan Carlos se fue de safari precisamente en la peor semana de la crisis económica y cuando el país estuvo al borde de ser intervenido por el Banco Central Europeo (BCE).

Un hecho –la cacería de elefantes– que se vino a sumar al escándalo de presunta corrupción que afecta a su yerno, Iñaki Urdangarin, quien es procesado por varios delitos de desvío de fondos públicos, fraude fiscal y falsedad documental, al ser probada su participación en una serie de corruptelas que además afectan a administraciones autonómicas y locales, la mayoría gobernadas por el derechista Partido Popular (PP). Además del disparo que se dio en el pie el nieto mayor de los reyes, Felipe Juan Froilán mientras se preparaba para ir de cacería con su padre, Jaime de Marichalar.

Ahora los destinatarios del malestar social fueron los príncipes, que escucharon los gritos a todo pulmón de varias decenas de personas que rompieron el habitual aplauso y la loa por el: ¡Borbón, cabrón, trabaja de peón!. Y, con el gesto descompuesto, entraron rápidamente al paraninfo de la universidad madrileña para presidir la ceremonia. Los hechos se pueden ver en el siguiente video.

Entre en el Parlamento español, los grupos minoritarios y nacionalistas intentaron que se regulara y se hiciera pública la agenda privada de la casa real, así como a recortar también los gastos que supone mantener a la familia y su séquito. El parlamentario de Eusko Alkartasuna, Juanjo Agirrezabala, señaló que en su partido creen “que ya es hora de reflexionar también a nivel económico sobre el hecho de que parte sustancial de nuestros impuestos vaya dirigida a financiar la corona y el ejército español, dos instituciones en absoluto prioritarias y menos todavía en un momento de grave crisis económica como el actual.