Comienzan a abandonar a Sarkozy quienes lo apoyaron hace cuatro años
De los 10 aspirantes que contienden en la primera vuelta, Hollande lleva ventaja
Jean-Louis Mélenchon gana terreno, según los últimos sondeos difundidos
Domingo 22 de abril de 2012, p. 24
Bordeaux, 21 de abril. Este domingo, desde las ocho de la mañana, 44.5 millones de electores votarán para elegir, entre 10 candidatos, al presidente de la República que tomará posesión el 15 de mayo y gobernará Francia hasta 2017.
Durante los días recientes, en las alcaldías, escuelas y salas de deporte, los trabajadores de los municipios, pequeños y grandes, instalaron, mesas, urnas y cabinas electorales. En cada casilla, frente a la urna transparente, estarán el presidente, alcalde o concejal, con sus dos asesores y un secretario para controlar listas, credencial e identidad.
En otra mesa, las pilas de papeletas, una por candidato con su nombre y partido en blanco y negro, y los sobres azules donde se insertará la papeleta escogida. En un lado, dos o tres cabinas con su cortina para asegurar el secreto del voto. En la sala habrá también varios delegados, designados por los candidatos, para averiguar la validez del proceso y evitar todo fraude.
Sólo pueden votar los franceses de más de 18 años inscritos en el padrón electoral antes del 31 de diciembre de 2011. Se estima a entre 2 o 3 millones los que no se inscribieron, por principios o desidia. Alrededor de un millón de electores, establecidos en el extranjero e inscritos en las listas de las secciones consulares, empezaron a votar ayer sábado para no sufragar ya con los resultados conocidos en el territorio metropolitano.
En Francia, el sábado fue un día de silencio y reflexión. No se permitieron realizar sondeos, mítines, debates en la radio y la televisión, prohibido pegar carteles y organizar debates públicos. Hoy, ningún resultado, aun parcial, se puede anunciar antes de las ocho de la noche, hora en que cerrarán las casillas de las grandes ciudades.
Una polémica ha surgido entre Francia y algunos países europeos limítrofes, los cuales consideran no estar obligados a la reserva y plantean dar resultados a boca de urna o de conteo rápido a partir de las seis de la tarde.
Los últimos mítines del viernes por la noche mostraron a un Nicolas Sarkozy que ya no convence a nadie y muchos de sus apoyos del año 2007 van abandonando la nave en perdición. François Hollande manifestó su determinación tranquila pero llamó a la movilización y a no dar por ganada la elección. Jean-Louis Mélenchon, como siempre, reunió multitudes y, en París, pidió a todos: Juremos aquí que nos mantendremos unidos, todos juntos, hasta la victoria de la revolución ciudadana
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Los sondeos, publicados el viernes por la tarde por el diario Le Monde, daban 29 por ciento de los sufragios al candidato socialista, Hollande, y 25.5 por ciento a Sarkozy, candidato a presidente para la UMP. En tercer lugar, Jean-Luc Mélenchon, del Frente de izquierda, con 16 por ciento. Para Marine Le Pen del Frente nacional, 14 por ciento, y para el centrista François Bayrou, 10 por ciento. La ecologista Eva Joly difícilmente llegaría a 2 por ciento de los votos y se vaticina menos de 1.5 por ciento para los otros cuatro candidatos, Nathalie Arthaud (Lucha obrera), Philippe Poutou (Nuevo partido anticapitalista), Nicolás Dupont-Aignan (derecha popular) y el OVNI Jacques Cheminade. Pero señala también el sondeo que 28 por ciento de los electores no ha decidido aún por quién votará. En cuanto a la abstención, cabe recordar que Francia está en el medio de las vacaciones de primavera. Si muchos electores sufragan por procuración, muchos también decidieron sencillamente irse sin depositar papeleta en la urna. Tampoco hay que negar que la abstención política, que no es nueva, será más fuerte que nunca, liderada por intelectuales como el filósofo Alain Badiou.
Segunda vuelta, negociación
Si esta noche ningún candidato alcanza la mayoría absoluta, habrá una segunda vuelta el 6 de mayo, que opondrá a los dos aspirantes que hayan logrado más sufragios.
Mañana, empezarán las negociaciones para las alianzas de la segunda vuelta. Si, como está previsto, sale de las urnas un duelo Sarkozy-Hollande, los ocho otros candidatos tienen que determinar a quien van a apoyar el 6 de mayo. El Frente de izquierda dijo en varias oportunidades que, por disciplina republicana, no le faltará un solo voto a François Hollande. Se sumarán también los de los ecologistas, que tienen firmado un acuerdo para las elecciones legislativas de junio con el partido socialista. Quizá no sea tan obvio con los sufragios de los partidos trotskistas que, probablemente, dejarán libres de votar o no a sus electores. Parte de los votos del centrista François Bayrou se dividirán entre los dos candidatos y la abstención. Lógicamente, el Frente nacional, de Marine Le Pen, sin hacer un llamado para apoyar a Sarkozy, buscará impedir que los socialistas, apoyados por los comunistas (sic), lleguen al poder. Entre las dos vueltas, también se negociarán los acuerdos para las elecciones legislativas y el futuro gobierno. Y mucho va a depender de los resultados de esta noche.
La primera vuelta es siempre para medir fuerzas. La segunda para ganar. Así que lo más interesante, e importante, va a empezar mañana lunes.