El debate y resolución de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Federal Electoral (IFE) relativo a los mensajes del gobierno federal colocados en 31 bardas y mamparas en Santiago Tianguistenco, estado de México, introdujo de nuevo la discusión entre consejeros y representantes partidistas sobre la existencia de quejas frívolas y la necesidad de caracterizarlas pero, al mismo tiempo, no coartar la libertad de su interposición.

De entrada, la citada comisión ordenó el retiro inmediato de los mensajes referidos –consistente en blanquear las bardas en cuestión– por contravenir las normas reglamentarias de propaganda gubernamental para el período de campaña electoral. La decisión fue unánime.

Estamos en un período donde no puede haber propaganda gubernamental en bardas o en espectaculares, expuso el consejero Alfredo Figueroa.

Respecto al tema de las quejas frívolas, puesto sobre la mesa por la consejera María Marván en la sesión de ayer, el también consejero Sergio García Ramírez subrayó el carácter no peyorativo del término, pues es de uso común en el derecho procesal. Aquí, dijo, se refiere a la preocupación compartida por muchos, de que se recurra en demasía a procedimientos de sanción por quejas y denuncias.

Comentó también que en la sesión, el senador Pablo Gómez habló de la gravedad de limitar el derecho de los ciudadanos a hacer uso de recursos, de remedios procesales y quejas.

En opinión de García Ramírez, sin duda hay algo que no está funcionando bien, y el tema debiera ser motivo de análisis con los legisladores y considerar, por ejemplo, dar más facultades a la secretaría ejecutiva del IFE para desechar ciertos procedimientos.

Esa es una posibilidad, no la estoy patrocinando ni firmando; o bien otra medida podría ser que los temas entraran directamente al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sin necesidad de pasar, como formalmente ocurre con muchos de ellos, por el consejo general del IFE, donde también, consideró, podrían verse algunas reformas reglamentarias para hacer más sencillos y expeditos los procedimientos y tramitar con mayor diligencia.

Los partidos, admitió también, dan uso de campaña electoral a la interposición de quejas, pero en definitiva, concluyó, queda para las jóvenes generaciones revisar el conjunto y no saturar de quejas y, al mismo tiempo, no vulnerar el derecho de los ciudadanos y los partidos.

Por otra parte, el diputado panista Javier Corral, ahora aspirante al Senado, acudió ayer ante el IFE para inconformarse por la que consideró arbitraria, excesiva y desproporcionada decisión de la comisión de quejas de suspender su comentario editorial en el Instituto Mexicano de la Radio.