La pobreza en México: magnitud, evolución y estructura / III
País enorme con sólo 8 millones en la clase media y 2 millones en la clase alta
ara completar el panorama de la estratificación social y la pobreza presentado en la entrega del 13/04/12, hoy desagrego tanto la población pobre como la no pobre en 2010 (año más reciente para el cual es posible hacer estos cálculos) en tres estratos, mismos que se presentan en la gráfica y en el cuadro. En la gráfica se muestran los porcentajes que representa la población de cada uno de los seis estratos en cada uno de tres tipos de localidades y para el total nacional. Los estratos, definidos según el nivel de vida son, en primer lugar, tres que conforman la población en pobreza: 1. indigencia (cubren, en promedio, menos de la mitad de las normas definidas en materia de ingresos, tiempo y necesidades básicas); 2. pobreza intensa (cubren entre la mitad y menos de las dos terceras partes de dichas normas); 3. pobreza moderada (cubren entre 2/3 y menos del total de las normas). Como se indica en el cuadro, la suma de estos tres estratos es igual a la población en pobreza (93.2 millones). La población no pobre se ha clasificado en tres estratos: 4. Sanbrit (satisfacción de necesidades básicas y de requerimientos de ingreso-tiempo) que incluye a la población que cubre las normas o las supera hasta en menos de 10 por ciento. Es decir es población que si bien cubre las normas tiene reducidos márgenes de libertad. 5. Clase Media, definida como la que cubre entre 1.1 y 1.49 veces las normas. Es decir, la clase media se caracteriza por un nivel de vida por arriba del normativo sin llegar a 50 por ciento por arriba del mismo. Se podría decir que goza de ciertos grados de libertad. 6. Clase Alta. A partir de 1.5 veces las normas la población se ha clasificado como clase alta.
En la gráfica se aprecia la pirámide social completa para el total nacional y tres tipos de localidades expresada como porcentajes del total en cada tipo. A nivel nacional, el nivel inferior de la pirámide (el de más bajo nivel de vida) es el más amplio: son los 36 millones (32 por ciento de la población) que viven en la indigencia. En general, la pirámide nacional se va estrechando a medida que ascendemos en el nivel de vida (que vamos subiendo los escalones de la pirámide), con la excepción de las pobrezas intensa y moderada que se han invertido en magnitud, comprendiendo la intensa (21.6 por ciento; 24.3 millones) una población menor que la moderada (29.2 por ciento; 32.9 millones). La pirámide rural no tiene excepciones: a mayor nivel de vida menor porcentaje de la población: Más de la mitad (57.8 por ciento; 15.1 millones) son indigentes. Sólo 0.5 por ciento y 1.9 por ciento son clase alta y media (129 mil y 498 mil). La pirámide metropolitana se ha transformado en lo que podríamos llamar un rombo truncado. Los tres primeros niveles de la pirámide se van haciendo más y más anchos al ascender, de tal manera que se llega al máximo en la pobreza moderada (en el tercer escalón), con más de la tercera parte de la población metropolitana (35.5 ; 19.2 millones). La parte superior del rombo es mucho menos ancha y va disminuyendo a medida que ascendemos en el nivel de vida pasando del estrato sanbrit (12.1 por ciento; 6.5 millones) a la clase media (11.5 por ciento; 6.2 millones) y a la clase alta (3 por ciento; 1.6 millones). En las localidades urbanas no metropolitanas se conforma un rombo similar al anterior, con la diferencia que la pobreza intensa es menor que la indigencia.
En el cuadro podemos apreciar cómo se distribuye, por tipo de localidades, la población de cada uno de los seis estratos, así como de sus varias sumas parciales. En las localidades metropolitanas (que tienen 100 mil o más habitantes) vive casi la mitad de la población del país (48 por ciento; 54.1 millones), las tres cuartas partes de la población no pobre (74.2 por ciento; 14.4 millones), así como el 81.4 por ciento de la clase alta (1.6 millones) y el 76.4 por ciento de la clase media (6.2 millones). Estas localidades también participan, en mayor medida que en la población total, en la pobreza moderada, con el 58.5 por ciento (19.2 millones); en cambio, participan en mucho menor medida de la indigencia (26.4 por ciento) y en similar medida en la pobreza intensa. Ocurre lo contrario en el medio rural, donde habita el 23.2 por ciento (26.1 millones) de la población nacional: sólo participa en mayor medida en la indigencia (41.9 por ciento; 15.1 millones) y en similar medida en la pobreza intensa (21.4 por ciento; 5.2 millones), mientras lo hace de manera insignificante en las clases media y alta (6.1 por ciento y 6.4 por ciento).
Mirado desde los estratos de no pobres, el cuadro muestra su enorme concentración en las localidades metropolitanas: la población que cumple las normas o las rebasa en escasa medida (Sanbrit), está enormemente concentrada en las localidades metropolitanas: 70.8 por ciento (6.5 de 9.2 millones), lo que se agudiza en las clases alta y media como puede verse en el cuadro. En cambio, la indigencia se concentra sobre todo en las localidades que menos población tienen, las rurales (41.9 por ciento). Incluso en la pobreza moderada, la mayor participación (y superior a su participación en población) corresponde a las localidades metropolitanas. Aunque en la pobreza intensa participan con el 45.2 por ciento que está por arriba de las participaciones de los otros dos medios, podemos decir que la mayor probabilidad de vivir en pobreza intensa (si se vive en determinado tipo de localidad) se da en las localidades urbanas no metropolitanas, puesto que su participación en ella es la única que supera su participación en población.
Los datos aquí presentados contradicen la tendencia de algunos analistas a considerar a México como un país de clase media. Sólo uno de cada 14 mexicanos pertenecen a la clase media; sólo uno de cada 56 mexicanos pertenecen a la clase alta. En las próximas ent
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