Cuautitlán, Izcalli, Méx., 17 de abril. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció que las parejas formadas por personas del mismo sexo son familia, pero insistió en que el matrimonio debe ser entre hombre y mujer, y llamó a no ceder ante corrientes de pensamiento que proponen otros tipos de convivencia, dejando de lado a la familia tradicional, en la cual todos hemos vivido.

En el contexto de la 93 asamblea plenaria de la CEM, cuyo tema es la familia y las dificultades y amenazas que actualmente enfrenta, Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la CEM, remarcó que la Iglesia no excluye las uniones entre personas del mismo sexo.

Las parejas del mismo sexo que forman una familia nunca han estado excluidas de la Iglesia; lo que queremos dejar muy claro es que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y lo consideramos un patrimonio de la humanidad. Considerar una exclusión o separación de quienes piensan diferente no está contemplado en la Iglesia católica, pero también nuestra misión es dejar muy claro, conforme al evangelio, lo que el Señor nos ha revelado referente a la vida, la familia y la institución matrimonial.

En conferencia de prensa, Rodríguez Gómez también criticó que se pretenda construir una sociedad sin Dios, y aseguró que la secularización está llevando a la familia a su desintegración, así como la aprobación de leyes socava la institución tal como la concibe el credo católico.

Estamos viviendo un cambio de época, un cambio cultural dentro del cual hay un avance legislativo que desde nuestro punto de vista no siempre es positivo. Por eso seguimos haciendo labor en la mente y el corazón de la mayoría de los mexicanos bautizados para que tengan muy claro cuáles son los principios referentes a la vida, a la persona, a la familia y al matrimonio.

Respecto a los legisladores, el también obispo auxiliar de Texcoco sostuvo que la Iglesia espera que al dictaminar las normas relativas a la familia hagan valer sus creencias. Los que tengan que tomar una decisión pública, por ejemplo en el Congreso, también hagan valer sus convicciones referentes a estos temas tan importantes.

Tras insistir en que la visión de la Iglesia y del Evangelio es la familia fundada por el amor entre un hombre y una mujer abiertos a la vida y en la capacidad de autodonación, Rodríguez Gómez dijo que la Iglesia también es respetuosa y valora otros tipos de convivencia, como los que integran las madres y sus hijos o las de los abuelos con sus nietos debido a la migración de los padres.

Desempleo y migración

Juan Pedro Juárez Meléndez, obispo de Tula, se refirió a los desafíos que enfrentan los hogares cuando viven con uno o dos salarios mínimos, pues dijo que con esas percepciones es imposible tener una existencia digna. Señaló además que la falta de empleo es otra de las situaciones difíciles que afectan fuertemente a las familias del país, así como la migración.

Jorge Patrón Wong, obispo coadjutor de Papantla, se refirió a la pérdida de valores y solidaridad, así como al crecimiento de la pobreza y la ampliación de la brecha económica. Sobre esto último, Rodríguez Gómez lamentó que cada vez muchos tengan poco y pocos tengan mucho.