La Cámara de Diputados aprobó ayer el modelo del presidente Felipe Calderón y del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, para la operación de cárceles de súper máxima seguridad, que ya están en construcción y adonde se enviará a reos de alta peligrosidad, sentenciados por delincuencia organizada, quienes serán vigilados las 24 horas y permanecerán en total aislamiento, sin estímulos y visitas sólo por medios electrónicos.

Este sistema se aprobó mientras en la Comisión de Justicia se intentará por cuarta ocasión aprobar el dictamen del nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, en el que precisamente se busca autorizar la detención sin órdenes de aprehensión para perseguir delitos graves.

Este martes, el pleno avaló con 311 votos en favor de PRI, PAN, PVEM y PRD la Ley Federal del Sistema Penitenciario y de Ejecución de Sanciones –enviada hace exactamente un año por Calderón– la cual define que los complejos y centros penitenciarios federales estarán bajo el control de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Instalaciones estratégicas

Las instalaciones son consideradas como de seguridad nacional, por lo que se consideran de carácter estratégico, y en ese sentido los diputados autorizaron que en la construcción de las prisiones de super máxima seguridad, que ya fueron concesionadas por García Luna, estén rodeadas de fosos de agua, con acceso controlado a control remoto y la instalación de dispositivos con detectores de movimiento.

El dictamen de la Comisión de Justicia, que preside Humberto Benítez Treviño (PRI), asumió las consideraciones de la iniciativa que Calderón envió el 14 de abril de 2011, respecto de que es posible que el sistema penitenciario cuente además con prisiones de mínima seguridad y mínima restrictiva, con celdas sin seguridad ni control de apertura y la ubicación de reos en módulos comunitarios.

También, con prisiones de nivel medio y alto, con cerraduras y llaves de alta seguridad en los dormitorios, así como las de máxima y super máxima seguridad, con puertas y celdas con sistema electrónico de apertura y cierre desde un centro de control.

Los sentenciados que purguen penas en las de máxima y super máxima seguridad no podrán convivir con otros reos; las celdas tendrán puertas dobles, de apertura una a la vez y a control remoto.