Los representantes del tricolor se retiraron para evitar la violencia
Miércoles 18 de abril de 2012, p. 16
En cuanto intervenía el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, una señora lo interrumpía. ¡Ahora ya cálmate, Sócrates!, ¡cálmate, Sófocles!, ¡Peña es un mentiroso!
Como ella, otros gritaban o sostenían mantas que tildaban al candidato presidencial del tricolor de Prinocho
, mientras el periodista Javier Solórzano pedía respeto y permitir el avance del debate.
La cúspide del distribuidor vial Las Armas de Tlalnepantla, una edificación trunca con varillas oxidadas, fue el escenario del primer round directo que escenificaron panistas y priístas en estas elecciones y que terminó con el retiro de tres representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ramírez Marín, quien los encabezaba, argumentó que Eduardo Ruiz Esparza, el ex secretario de Comunicaciones y Transportes del estado de México, había sido jaloneado
por la porra
que llevaban los panistas, algunos transportados en autobuses de la empresa Corrales, que salieron del Partido Acción Nacional (PAN).
Convocada para dilucidar si Peña Nieto cumplió su compromiso 127 de los 608 que hizo como gobernador del estado de México, que consistía en la ampliación a tres carriles de la vía López Mateos en la zona de Puente de Vigas, la llamada mesa de la verdad terminó con rispideces después de media hora en que Ramírez Marín y los representantes de Josefina Vázquez Mota, su coordinador Roberto Gil Zuarth y Ricardo Anaya, alegaban en pro y en contra.
Gustavo Madero tuvo que llamar a la calma a las personas de ropa sencilla que rodeaban a los políticos vestidos de traje y corbata. Oigan, tranquilos, raza. Gente, necesito que se pongan tranquilos
, pidió cuando los del PRI se retiraron, cerca de las seis de la tarde.
Al atravesar la avenida, a unos 250 metros, Pedro Joaquín Coldwell, Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño, de la cúpula y el equipo del abanderado presidencial, prefirieron esperar a un costado de Puente de Vigas, la obra que desde la noche anterior, aclararon, era el verdadero compromiso cumplido y no el citado distribuidor vial.
Para demostrarlo, Joaquín Coldwell y otros priístas llegaron una hora antes de la cita, a las cuatro de la tarde, a un lado del puente, donde había una carpa con equipo de sonido, pantalla y una gran reproducción del acta notarial que da fe de otra promesa cumplida, la base de la campaña de Peña.
Ramírez Marín prometió que sin estridencias, sin teatros
iban a confrontar la verdad y dieron a conocer la página de Internet peñasicumple.com para revirar el sitio promovido por el PAN llamado peñanocumple.com.
El vocero del PRI, Eduardo Hernández, marcó al teléfono de Solórzano frente a la prensa para asegurar la presencia del moderador. No contesta, la estamos haciendo emocionante
, comentó, pero anunció que irían él, Ramírez Marín y el diputado del Verde, Pablo Escudero.
Así que cruzaron la congestionada vialidad y llegaron al puente, donde había una mesa con mantel de color azul panista ya dispuesta. Madero rebatió a Joaquín, quien en la mañana había dicho que esta obra estaba en proceso. No está concluida y le mando un saludo, lástima que no vino
.
Ramírez Marín acusó a los del blanquiazul de querer enderezar su campaña con anuncios sin fundamento y planteó que podían debatir abajo
en el otro puente, porque ellos no llevaron porras. Aunque en el escenario tricolor también había gente de colonias populares sentada en sillas, pero que se mantuvo en silencio.
Gil Zuarth alegó que la presencia de los dirigentes del PRI era una aceptación tácita del lugar del debate, mientras Anaya era el más incisivo y alegaba que el moderador podía revisar su iPhone para corroborar que estaban en el estado de México.
Cuando Ruiz Esparza se paró para ir por unos documentos, según dijo, se escuchó barullo y en unos minutos Ramírez Marín declaró que se iban, porque no venimos a que agredan a nuestros compañeros
. El ex funcionario del Edomex se quejó minutos después de que pudo haber cientos de muertos
en ese incidente.
Solórzano declaró la suspensión y que habría una nueva reunión este miércoles en otras circunstancias. Al llamado de Madero a abrir paso a los priístas, algunos asistentes respondieron con un ¡No dejen que se vayan!
y todavía los persiguieron al Puente de Vigas, donde les restregaron pancartas contra Peña y varias personas encararon tanto a Joaquín como a Ramírez Marín. Gil Zuarth insistió en la noche en que no se agredió al PRI.