Legisladores de PRI, PRD y PT en las cámaras de Diputados y Senadores condenaron la actitud injerencista que tuvo el presidente Felipe Calderón al criticar la decisión de la mandataria argentina, Cristina Fernández, de nacionalizar el petróleo.

Reprocharon al Ejecutivo que haya pasado por encima de los principios rectores de la política exterior mexicana, al inmiscuirse en asuntos internos de otra nación.

Fue una decisión soberana, similar a la que asumió en su momento el entonces presidente Lázaro Cárdenas, la cual se debe respetar, coincidieron los senadores Francisco Labastida y Pablo Gómez. El perredista consideró que Calderón actuó de forma majadera al calificar como acto irracional la determinación de la mandataria argentina de intervenir a la empresa española Repsol y nacionalizar 51 por ciento de sus acciones.

Gómez recalcó que no sólo era el momento preciso, sino el absolutamente necesario para efectuar ese cambio de propiedad, pues Repsol se estaba llevando todas las ganancias por la explotación del petróleo argentino y encima de ello no realizaba las inversiones requeridas.

En entrevista aparte, el priísta Labastida destacó que son actos soberanos de cada nación, como cuando el general Cárdenas expropió el petróleo y se constituyó Pemex (Petróleos Mexicanos). A lo mejor, agregó, algunos no están de acuerdo con decisiones de ese tipo, pero hay que respetarlas.

A su juicio, el desafortunado pronunciamiento de Calderón, de ponerse del lado del gobierno español y criticar al de Argentina, lo único que logrará es tensar la relación con el país sudamericano, sostuvo el presidente de la Comisión de Energía del Senado.

En cambio, el coordinador de los senadores del PAN, José González Morfin, salió en defensa del titular del Ejecutivo y dijo que comparte  sus opiniones, ya que lo hecho por Argentina es en sentido contrario a lo que están buscando todos los países emergentes, de atraer inversiones.

En la Cámara de Diputados, la priísta Sofía Castro Ríos advirtió en la censura de Calderón una defensa de sus intereses personales, porque todos sabemos que Repsol es la trasnacional consentida del sexenio, y seguramente el Presidente cuando se vaya terminará siendo su empleado, si no es que ya lo es.

Sobre el tema, el coordinador del grupo parlamentario del PRI, Francisco Rojas, quien se desempeñó ocho años al frente de Pemex, no observó que hubiera violación a la norma internacional por parte de la administración argentina:

La señora Cristina Fernández es la presidenta de un país democrático, tiene la legitimidad y legalidad absoluta para la toma de decisiones, como la que hizo; es un país soberano.

Rojas Gutiérrez descartó alguna repercusión en la paraestatal mexicana, tras el anuncio en Buenos Aires. De ninguna manera esto sienta un precedente para lo que tenga que hacer el próximo gobierno de México en relación con Pemex.

Para Porfirio Muñoz Ledo (PT), la Constitución mexicana es muy clara en su artículo 27, pues es derecho soberano de los estados tomar decisiones, y ese precepto México lo ha defendido en todos los foros mundiales. ¡No se puede avalar que el derecho de las naciones sea pisoteado por nadie!

A su vez, el PRD criticó la posición de Calderón, porque sus declaraciones fueron irrespetuosas, machistas e injerencistas. Señaló que ya es tiempo de que nuestro país tome las acciones que tiene en Repsol y las invierta en Pemex. También pidió que se aclare que no es una expropiación, sino una nacionalización de 51 por ciento de las acciones, lo cual es loable porque es en beneficio de Argentina.