Pese a las fuertes y constantes acusaciones habidas en su contra, Guillermo Álvarez Cuevas, presidente del equipo Cruz Azul y director de la cooperativa cementera, aseguró que en el entorno veo más amigos que enemigos. No obstante, se dijo decidido a limpiar su nombre. “Tengo cerca de 45 años de trabajo en la empresa e indudablemente puedo aclarar y limpiar una imagen que ha sido atacada y cuestionada en los recientes 24 meses, aproximadamente.

“Pero no voy a litigar en la prensa, esto tengo que hacerlo en las instancias que corresponden. Es ahí –en los tribunales– donde se están desahogando los asuntos para que se aclaren aquí (en la cooperativa), para que internamente nuestra gente esté tranquila”, expresa desde su espaciosa oficina, en un edificio ubicado al sur de la ciudad de México.

Un grupo disidente de la cooperativa lo acusa, a través del abogado Eugenio Olvera, de haber desviado unos 2 mil millones de dólares en más de 20 años de gestión. Además, le fincó demandas, una por fraude de alrededor de mil 500 millones de pesos. ¡Fíjese nada más!... Calumnia. Difamación... No sé ni quién será (Olvera), ni lo conozco, expresó Álvarez Cuevas.

El cambio de nombre

Explicó en entrevista que el cambio de nombre del equipo, de Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul a Cruz Azul Futbol Club, AC, se anticipó en asamblea de 20 de agosto de 2011. Fue parte, entre otros temas, del informe del presidente de la Comisión de Vigilancia. Remarcó que los trabajadores deben estar tranquilos. Es mentira que se está desmantelando la cooperativa: ésta es la propietaria del equipo, enfatizó.

Álvarez Cuevas sostiene que duerme tranquilo. Hemos tenido mucho trabajo, uno tiene que dedicarse a la empresa. Hay momentos en los que se debe sacar el carácter, y para eso están las lecciones que da todos los días el apoyo de la gente, pues, asegura, cuenta con el respaldo de aproximadamente 94 por ciento de los cooperativistas.

“Hemos celebrado cuatro o cinco asambleas en las que se han aclarado muchos puntos, pero verdaderamente (las acusaciones) son cosas que ya ni siquiera puede uno imaginarse. Se hacen como para estar distrayendo del quehacer diario. Yo no puedo estar saliendo a declarar igual que esas personas.

La máxima autoridad de la cooperativa es la asamblea general, con organismos y cuerpos colegiados, y en ella se consensúan las decisiones, se delegan facultades, existe una estructura... Pero cómo explicar a alguien que parece que trae un rencor, alguna cuestión eminentemente personal y está obsesionado. Y repito, ni siquiera lo conozco, agregó.

Ante la pregunta de quién está detrás de Olvera, respondió: Se ostenta como el abogado de un grupo disidente que en su momento hizo una serie de demandas. Fueron ya excluidos de la cooperativa en una votación arriba de 85 por ciento de los asistentes. Hay juicios en curso, entonces, no puedo agregar más mientras no haya una resolución en tribunales.

Respecto de la visita de sus detractores a la Federación Mexicana de Futbol para advertir que ni Álvarez Cuevas ni Alberto Quintano, director deportivo, tienen capacidad para maniobrar en nombre del equipo, respondió:

En la federación existe toda la documentación respaldada de que la cooperativa y el club deportivo son entidades jurídicas distintas y están registradas las actas, pero alguien que llega simplemente a decir que tal o cual persona no tienen facultades, pues resulta que también debe acreditar su personalidad, señaló.

La marcha de La Máquina

Sobre la marcha de La Máquina en el torneo, el directivo no ocultó su conformidad con la demostración del equipo ante el Toluca, pero dijo que todavía no se puede sentir optimista hasta ver el encuentro de este miércoles frente al Nacional en la Copa Libertadores. Si alcanzamos el primer lugar de grupo sería sensacional, pero lo más factible es lograr la mejor posición de los segundos sitios, porque Corinthians es favorito ante Táchira, observó.

En cuanto al juego de la fecha 16 frente a Estudiantes Tecos, lo considera crucial, porque estará en juego la clasificación, y siendo realistas habrá que buscar el octavo o séptimo lugares, de la tabla general.

Billy Álvarez consideró una especie que se lanza a ver si pega el supuesto arribo de Ricardo LaVolpe a La Máquina, y no descartó la continuidad en el timón de Enrique Meza (nos ha llevado a una final, a una semifinal y estamos en Copa Libertadores), pese a calificar de regular el desempeño del equipo hasta el momento.

“No hemos hablado con ningún técnico, con Meza lo haremos hasta que concluya el torneo, porque si adelantamos, creamos efervescencia en el plantel, y lo mismo puede ocurrir con los jugadores, algunos ya firmaron contrato, con otros ya están acordadas las condiciones para su renovación; es el caso de Chuy Corona; otros están pendientes, como Tito Villa (ha tenido una temporada aceptable, no hablando del cabezazo), pero estamos en curso”, indicó.

Álvarez Cuevas admitió haberse sentido agobiado en ocasiones por los 14 años sin cetros. Pega en el ánimo, porque me entristece ver al aficionado que va con mucha ilusión, por eso renovamos bríos cada torneo. Sin embargo, hemos sido el equipo que más veces ha clasificado a liguillas desde 1971... De todas maneras, eso no satisface.

En cuanto a la Copa Libertadores, recordó que a partir de los octavos de final y, dependiendo del rival, comenzará a utilizarse el estadio Azteca como sede. Ya se acordó ante las autoridades del Distrito Federal, con Jaime Haro, y estamos esperando el nombre del rival. Necesitamos buscar la mejor posición, recalcó.

La relación con su hermano

Por último, respondió acerca de la relación con su hermano Alfredo, ex directivo de Cruz Azul. Se puede decir que hayan pasado las circunstancias que se mencionaron en algún momento, sigue siendo mi hermano. La relación fraterna no se rompe. Yo ahorita no puedo hablar por él, simplemente decir que parece que él ha marcado su línea, su camino con otras personas, pero sigue siendo mi hermano.

–¿Hermano pero sin cariño?

–No sé cómo pueda usted manejarse con sus seres queridos, con sus consanguíneos cuando hay algunas diferencias; no obstante, yo creo que han sido más los momentos buenos que los malos y eso en una balanza tiene que pesar favorablemente.

Concluyó ponderando: “El equipo no es una herencia familiar, se tiene que ver como una institución. Yo actuaba como primer vicepresidente en 1972, 73, me tocó contratar a Heladio Vera, renovar a Miguel Marín, Alberto Quintano, fui a traer a Jara Saguier, Miguel Ángel Cornero, José Luis Chaplin Ceballos, pero aquí los contrata el club, aquí hay una estructura para que nadie se sienta indispensable. Nadie, ni yo”.