La Auditoría Superior de la Federación (ASF) revisó la licitación del par de hilos de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y concluyó que no debió otorgarse la concesión a Televisa, Telefónica y Megacable, el consorcio ganador, porque no era una operación conveniente ni rentable para el Estado mexicano.

En respuesta, el consejo consultivo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) dijo que el dictamen de la ASF está equivocado, debido a que la licitación no se realizó para lograr el mayor beneficio económico para el gobierno, sino promover el interés general, haciendo más eficiente el mercado de las telecomunicaciones. Explicó el organismo que este mercado, que adolece de una indebida concentración, requiere para mejorar su funcionamiento del recurso esencial que representa la fibra óptica de la CFE.

Rentabilidad de uno por ciento

En la Auditoría Financiera y de Cumplimiento 10-118TOQ-02-0749, DE-116 la ASF señaló que la red de fibra de la CFE vale 4 mil 304 millones de pesos; a través de CFE Telecom la paraestatal obtuvo en 2010 ingresos por 248.9 millones de pesos, lo que tiene un indicador de rentabilidad sobre dichos activos de 5.8 por ciento anual, y señaló que el contrato con el consorcio ganador generará 883.8 millones de pesos a 20 años, por lo que se estiman 44.1 millones por año, lo que tiene un indicador anual de rentabilidad sobre los activos de uno por ciento.

El consejo consultivo calificó de equivocadas las cifras de la ASF, porque la rentabilidad no se mide en ingresos activos, y puntualizó que si el valor de la infraestructura se determina en 4 mil 304 millones de pesos y se afirma que la infraestructura consta de 27 hilos, se puede estimar que el valor de un par de hilos es de 159 millones de pesos. Si este par (el de Televisa, Telefónica y Megacable) se adjudicó en 884 millones de pesos, este valor representa 555 por ciento de su valor de reposición, según las cuentas y argumentos del consejo consultivo de la Cofetel.

Este órgano consideró conveniente que la ASF replantee su dictamen justificándolo con conceptos financieros internacionalmente aceptados.