Estambul, 14 de abril. Irán y las potencias mundiales discutieron hoy en esta capital el programa nuclear de la república islámica por vez primera en más de un año. Acordaron volver a la mesa de negociaciones el mes próximo, en lo que la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, calificó de conversaciones constructivas.

Confiamos en que las próximas reuniones permitirán dar pasos concretos hacia una solución negociada que restaure la confianza internacional sobre el carácter exclusivamente pacífico del programa nuclear iraní. Por eso nos reuniremos de nuevo el 23 de mayo en Bagdad, indicó Ashton.

La funcionaria europea afirmó que las pláticas entre Irán y el grupo de los seis (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia), que integran el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), más Alemania, fueron constructivas y útiles, y reflejan los términos y el espíritu de nuestros recientes intercambios de cartas con Irán.

Sin embargo, Ashton advirtió a Irán que espera que la próxima ronda de conversaciones en la capital iraquí sea más profunda que la de Estambul y desemboque en un progreso real.

Estados Unidos se congratuló por las negociaciones y las calificó de primer paso positivo.

El viceministro de Relaciones Exteriores y líder de la delegación rusa, Sergei Ryabkov, dijo que la atmósfera fue constructiva, la conversación tiene un estilo de negocios. Hasta el momento las cosas van bien.

El negociador en jefe sobre el tema nuclear iraní, Said Jalili, se congratuló de la actitud positiva de las potencias occidentales y elogió ante la prensa el deseo de la otra parte por el diálogo y la cooperación. El lenguaje de la amenaza y la presión no funcionan.

Interrogado sobre el enriquecimiento de uranio, uno de los principales elementos de discordia en las negociaciones, Jalili expresó que ambas partes no abordaron ese asunto.

Los países occidentales sospechan que Irán quiere dotarse del arma nuclear y se preocupan por la capacidad adquirida por el país asiático de enriquecer uranio para utilización civil, aunque eventualmente también militar.

Irán fue condenado por seis resoluciones de la ONU, de las cuales cuatro incluyen sanciones. Estas medidas fueron reforzadas desde 2010 por un embargo comercial, financiero y petrolero de Estados Unidos. La UE decidió además imponer un embargo petrolero que entrará en vigor el primero de julio.

Irán demanda levantar las sanciones y considera el enriquecimiento de uranio y su programa nuclear pacífico derecho irrenunciable.