Nueva York, 14 de abril. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó este sábado por unanimidad una resolución que autoriza enviar a Siria una misión de 30 observadores militares desarmados, quienes supervisarán el cese de hostilidades, vigente desde el jueves pasado a las seis de la mañana.

Esta es la primera resolución sobre Siria del órgano ejecutivo de la ONU desde que comenzaron las protestas en ese país en marzo de 2011 y que medio año después se transformaron en un incipiente movimiento armado, impulsado por el tráfico de armas y la intervención violenta del ejército gubernamental para contener a los opositores.

El consenso en el Consejo de Seguridad se logró después de que Rusia impidió con su derecho de veto que la resolución incluyera una condena al gobierno del partido nacionalista Baaz y su presidente, Bashar Assad, por violaciones a los derechos humanos, sin que hubiese referencia similar a los opositores.

Las delegaciones rusa y china rechazaron en meses recientes dos proyectos de resolución que sólo acusaban a Damasco de atropellos. La postura de Moscú en esta ocasión contrasta con lo sucedido en marzo de 2011 en ocasión del caso libio, cuando su delegación se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad y se autorizó la intervención aérea militar sobre Libia, con el argumento de proteger a los civiles.

Por respeto a la soberanía siria hemos sido cautelosos frente a los intentos destructivos de interferencia externa o de imponer cualquier tipo de soluciones ilusorias, afirmó el embajador ruso, Vitaly Churkin.

Esta resolución del órgano ejecutivo, marcada con el número 2042, se centró en el tema del alto el fuego y la respuesta que la ONU dará en las próximas horas.

Fuentes diplomáticas allegadas al debate, que se realizó a puerta cerrada en la sede de la ONU, dijeron que este fin de semana viajará un equipo de cinco personas para iniciar la supervisión. Los restantes 25 saldrán en los días próximos, pero habrá necesidad de una nueva resolución si se pretende cumplir la meta de enviar a 200 observadores, que serían distribuidos en la capital siria y los principales puntos de conflicto en el país, de 185 mil kilómetros cuadrados, donde habitan 19 millones de personas.

Una de las peticiones específicamente dirigidas a Siria es implementar visiblemente todos los compromisos adquiridos en el plan de paz, pactado hace dos semanas con el enviado especial de Naciones Unidas, Kofi Annan, lo que incluye el retiro de tropas y armamento pesado de las aglomeraciones urbanas y sus alrededores.

El texto, de dos páginas y 12 cláusulas, pide a todas las partes que dejen de entregarse a la lucha armada.