Naciones Unidas evaluará a las autoridades el próximo mes
Viernes 13 de abril de 2012, p. 14
Aunque las reformas a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura incorporan algunos avances importantes, como endurecer las multas y penas de cárcel para quienes cometan dicho crimen –especialmente si son servidores públicos–, todavía hay muchos aspectos necesarios que no han sido tomados en cuenta, como derogar la figura del arraigo o tipificar la tortura como delito de lesa humanidad.
Tal fue la advertencia que lanzaron activistas de organizaciones de derechos humanos, quienes subrayaron la posibilidad de que esta iniciativa sea únicamente un elemento cosmético
de cara a la evaluación que realizará el próximo mes el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura sobre lo hecho en el país contra dicha práctica.
Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana para la Defensa de los Derechos Humanos, celebró que las reformas hayan incorporado señalamientos de diversas organizaciones de la sociedad civil, pero al mismo tiempo afirmó que no son suficientes dada la gravedad del fenómeno en el país.
En principio es un aporte valioso, pero debe fortalecerse con algunos otros aspectos, como la derogación de la figura del arraigo, porque de lo contrario la posibilidad de que se siga torturando en el país sigue vigente, y las leyes no serán capaces de brindar protección
ante ello, indicó.
Además, también sería necesario tipificar dicha práctica como un delito de lesa humanidad en los códigos penales de todos los estados; asegurarse de que todos los detenidos puedan tener acceso a los certificados médicos de integridad física, para impugnarlos en caso de ser necesario, y no reclasificar la tortura con otros crímenes menores, para ocultarla.
Hacer un análisis más profundo de las mencionadas reformas, aseveró, permitirá llevarlas a la realidad con eficacia y evitar que se conviertan únicamente en medidas cosméticas
para fingir ante la comunidad internacional que se combate la tortura, cuando en realidad no se ataca el problema de fondo.
Por su parte, Javier Monroy, coordinador general del Taller de Desarrollo Comunitario, también encomió los avances de las reformas, pero consideró que únicamente tienen alcance formal, por lo que llamó a crear una conciencia social de respeto a los derechos humanos que erradique esta práctica desde su origen.