La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Rosario Green, señaló que la visita del presidente Felipe Calderón a Cuba es muy simbólica, de mera cortesía, para poner una palomita a las cosas que le faltaba por hacer.

Recalcó que esa gira relámpago de Calderón no tendrá ningún fruto, más que para su tranquilidad mental, de haber cumplido con esa visita que le han estado exigiendo los medios y los intelectuales.

La frialdad con que Calderón fue recibido habla de que en Cuba se dan cuenta de que el gobierno del PAN está por concluir, y se dan cuenta de que el PAN está en la posibilidad de dejar de gobernarnos.

Igualmente, el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, sostuvo que el blanquiazul mantuvo la relación con Cuba en un nivel de frialdad, y veo difícil que se pueda entrar a un cambio.

En tanto, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, apuntó que el próximo gobierno deberá recomponer la relación diplomática.

Lo importante, abundó Beltrones, es que de nuevo dos pueblos y dos gobiernos privilegien el diálogo por encima de cualquier diferencia. Tratándose de política de Estado, nunca debemos separarnos dos pueblos hermanos, como el cubano y el mexicano.

José González Morfín, coordinador de los senadores del PAN, sólo comentó que significa mucho la estancia de Calderón en el país caribeño.

Se le preguntó si con esa visita del Presidente a la isla se liman las asperezas. Respondió que las relaciones han sido buenas. Tenemos un embajador que no nada más tiene el beneplácito, sino muchas consideraciones de parte del gobierno de Cuba.