Deportes
Ver día anteriorJueves 12 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Cuestiona la saña con la que se castigó al mánager de Marlines

El odio no perdona, refiere Granma sobre el caso Ozzie

El ultraje a su dignidad muestra el odio visceral de la mafia de Miami

 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de abril de 2012, p. a15

La Habana, 11 de abril. El odio no perdona. Con ese título la edición digital del diario cubano Granma denunció el linchamiento al que fue sometido el mánager de los Marlines de Miami, el venezolano Oswaldo Ozzie Guillén, quien fue expuesto a una suerte de juicio público al obligarlo a pedir perdón en el estadio del equipo de las Grandes Ligas, ante el público que quisiera asistir al acto.

Ahí tuvo que ofrecer disculpas por haber confesado que sentía respeto por Fidel Castro, en una entrevista concedida a la revista Time, luego de la avalancha de acusaciones, la ira de la comunidad cubana en Florida, las presiones de medios de comunicación anticastristas y de políticos como el alcalde del condado de Miami, Carlos Giménez.

El artículo que publicó Granma, firmado por Alfonso Nacianceno, cuestiona la saña con la que se castigó a Guillén, en el país en el que se supuestamente se defiende la libertad de expresión.

“Respeto a Fidel. La frase, en boca de Ozzie Guillén, produjo en aquella ciudad una avalancha de opiniones pidiendo guillotina para el entrenador, porque con sus palabras a la citada revista cometió el mayor error de su vida”, dice de inicio el artículo.

Suspendido de empleo y sueldo durante cinco partidos, el venezolano corrió desde Filadelfia (donde jugaban) para su obligado acto de contrición en conferencia de prensa, en la Pequeña Habana, en un intento por calmar a Carlos Giménez, alcalde del condado Miami-Dade; al comisionado de la ciudad, Joe Martínez, y a Lincoln Díaz-Balart, quien no faltó entre los ofendidos que respetan los principios de vivir en un país libre de condenar ese comentario, cuestiona Granma.

Antes de la conferencia de prensa circuló un comunicado que exigía a Guillén dejar en claro sus opiniones sobre Fidel. Ya entonces el revuelo de los corifeos incitaba a los fanáticos de los Marlins, por radio, televisión, correos electrónicos y de boca en boca a no presenciar los partidos del elenco si el venezolano permanecía en su dirección, refiere el artículo, y recuerda que durante la conquista de la Serie Mundial en 2005 con los Medias Blancas Guillén gritó ¡Viva Chávez!

Ayer el mánager tuvo que recular y asegurar que nunca votaría por el líder venezolano.

Ahora, su arrepentimiento bajo coacción y el ultraje a su dignidad marcaron un récord ante el odio visceral de la mafia de Miami, remata Granma.