Miércoles 11 de abril de 2012, p. 2
En agosto de 2009 Jess Parce, entonces de 29 años, descubrió la verdad sobre su paternidad. “Una tarde mi madre me dijo que me sentara porque tenía algo que decirme. Pensé que me anunciaría su muerte. Cuando me dijo ‘tu papá no es tu padre verdadero’, suspiré con alivio.”
Fue en la década de 1970 cuando Jackie Pearce, la madre de Jess, conoció a un hombre que tenía dos hijos de un matrimonio anterior y se había hecho la vasectomía. Más adelante se practicó una reversión de la vasectomía y poco después Jackie se embarazó de Jess.
Lo que la pareja no reveló, sin embargo, fue que la reversión no funcionó. Jess había concebido con ayuda de un donador de esperma. Yo nací en 1980 y en la clínica donde los atendieron les recomendaron no decirlo, porque no había razón para que alguien supiera. Ni mis abuelos sabían
, relata Jess.
Ella era alta y morena como su padre de crianza –el donador se le parecía bastante– y creció pensando que era hija suya.
Ahora de 31 años y gerente de performance en el Real Colegio de Música en Londres, Jess señala: Sé que muchos se enojan porque no les dijeron la verdad. Yo no me siento así. Mis padres siguieron el consejo que les proporcionaron en su momento. Me dieron la mejor vida que estuvo a su alcance
.
© The Independent,
Traducción: Jorge Anaya