Washington, 9 de abril. Los cristianos conservadores y los defensores de la ciencia en Estados Unidos libran una nueva batalla, esta vez en Tenesi, en torno a un proyecto de ley que permitiría cuestionar en las escuelas públicas la teoría de la evolución de Darwin.

El texto fue aprobado por el Congreso de ese estado, donde el ultraconservador Tea Party tiene fuerte representación, y el gobernador republicano Bill Haslam lo promulgaría antes del martes.

El proyecto de ley se inspira en los dictados del Instituto Descubrimiento de Seattle, grupo de reflexión de corte conservador cristiano que promueve la teoría del diseño inteligente, variante del creacionismo. Según esa teoría, algunos mecanismos biológicos son demasiado complejos para explicarlos solamente por la teoría darwiniana de la evolución y no pueden derivarse más que de una inteligencia superior.

Fortalezas y debilidades de la ciencia

El proyecto de ley establece que los profesores deben ser autorizados a ayudar a sus alumnos a entender, criticar y examinar de modo objetivo las fortalezas y debilidades de las teorías científicas, incluyendo la noción de que las actividades humanas son la causa principal del calentamiento global.

También dice que la legislación no será interpretada para promover ninguna doctrina religiosa o no religiosa.

Si la ley es homologada, Tenesi se sumará a otros nueve estados que tienen normas similares que promueven el creacionismo en forma más o menos explícita.

No se habla mucho de creacionismo, sino de diseño inteligente, dijo Hedy Weinberg, directiva de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que se opone a la iniciativa.