El uso del polígrafo es cada vez menos frecuente entre las procuradurías, debido a que varios jueces han manifestado en sus sentencias que el resultado de ese examen es poco confiable.

Según consta en tres resoluciones emitidas por un juzgado de distrito y dos tribunales de circuito, con sede en el Distrito Federal y en Toluca, respectivamente, las autoridades judiciales han sostenido que las respuestas que dan las personas sometidas al polígrafo no siempre son confiables.

El resultado de una prueba pericial aplicada mediante el detector de mentiras con frecuencia será poco certero, debido a que su aplicación se realiza siempre bajo circunstancias de alto estrés, poca estabilidad emocional y sicológica para quienes se les practica, sostuvo el segundo tribunal colegiado en materia penal.

Otro juzgado, el tercero de distrito de Toluca, destacó que la mayoría de los delincuentes que son sometidos a este detector de mentiras están preparados sicológicamente para evadir una respuesta en la que se demuestre su culpabilidad en algún delito.

A decir de Katherine Olier, especialista en prácticas forenses, el polígrafo es muy común como parte de los exámenes de control de confianza que se realizan a servidores públicos.

Detalló que para esta prueba se debe realizar primero la etapa de rapport, que consiste en estimular sicológicamente al entrevistado para disminuir la tensión. Una vez que se realiza esta fase, que dura unas dos horas y media, se formulan preguntas específicas, entre las que destacan si alguna vez el entrevistado ha cometido algún delito, pero –dijo Olier– el poligrafista debe explicar las más de las veces a qué se refiere con ilícito.