La reforma a los artículos 24 y 40 de la Constitución, en materia de libertad religiosa y Estado laico, se votarán en el pleno del Senado la próxima semana, una vez que el papa Benedicto XVI se haya marchado del país.

La mesa directiva de la Cámara de Senadores acordó que en la sesión del próximo martes ambos dictámenes se presenten en primera lectura y el miércoles se discutan. Los coordinadores de PRI y PAN consideraron que esa fecha es propicia, toda vez que además de que el jefe del Estado Vaticano estará en Cuba, vendrán luego las vacaciones de Semana Santa.

La mayoría de los legisladores avalará el dictamen del artículo 24 constitucional tal como está, pese a que en los días recientes se han incrementado las demandas del Foro Cívico México Laico, República Laica, Católicas por el Derecho a Decidir y varias iglesias, entre ellas la Luz del Mundo, para que se modifique la redacción y se elimine el término libertad de convicciones éticas.

Los priístas María de los Ángeles Moreno y Heladio Ramírez dejaron claro que votarán en contra, así como la gran mayoría de los senadores de PRD, PT y Movimiento Ciudadano, quienes consideran que es una modificación que no se requiere, porque la libertad de religión está garantizada en la Constitución y, en cambio, abre la puerta para que se atente contra la laicidad del Estado mexicano.

El senador del PT Ricardo Monreal advirtió que aunque la reforma al artículo 24 se vote después de la visita del Papa, es obvio que fue un regalo que le harán las cúpulas de PAN y PRI, las que incluso están dispuestas a avalar un dictamen mal redactado, pero no se atreven a modificarlo, porque implica regresarlo a la Cámara de Diputados, con el riesgo de que ahí se atore.

La perredista Yeidckol Polevnsky advirtió que la discusión será dura y adelantó que seguirá en la batalla para que se frene esa reforma que es una aberración y una verguenza. Adelantó que llevará la discusión a las redes sociales, para que los mexicanos sepan qué es lo que se pretende aprobar en el Senado.

Recordó que durante la reunión de comisiones en que se aprobaron los dictámenes –el pasado día 14– pidió que le explicaran un beneficio de ese cambio legal, pero ninguno de los que votaron en favor pudo hacerlo, porque no lo hay y sólo se trata de dar mayor poder a la Iglesia católica.

Sostuvo que no son unos cuantos los que se oponen a esa barbaridad, ya que en el grupo parlamentario del PAN hay voces en contra, como la del presidente de la Comisión de Justicia, Alejandro González Alcocer, quien se manifestó en contra de la modificación.

En entrevista aparte, la senadora Moreno Uriegas lamentó que pese a las muchas voces en contra se insista en llevar a cabo una reforma constitucional que no garantiza más libertades, sino las cancela. Consideró que se deben atender las peticiones de modificar la redacción del artículo 24, porque incluir la libertad de convicciones éticas implica muchos riesgos.

Llevar a la Carta Magna esto último implica que el Estado se va a meter en decisiones particulares de ciudadanos y a señalar qué se puede hacer. Esa libertad podría llevar, por ejemplo, a que un catedrático se niegue a impartir a sus alumnos la Teoría de Darwin, con el argumento de que no va con sus convicciones éticas.