En un intento por destrabar la cada vez más enmarañada negociación que llevan a cabo las tribus perredistas de esta ciudad para concretar la lista de candidatos a delegados y diputados locales y federales, los liderazgos nacionales meterán mano en este asunto y mediante Nueva Izquierda (NI), de Jesús Ortega, y Alternativa Democrática Nacional (ADN), de Héctor Bautista, formalizarán hoy una propuesta integral en la que habría equilibrios entre todos los grupos políticos del sol azteca; es decir, ni bejaranistas ni marcelistas se quedarían con todas las canicas. Según esto, el acuerdo tendría la virtud de sumar las dos terceras partes de los miembros del Consejo Estatal, que sesionarían este viernes y lo aprobarían, con lo que se pondría punto final a ese proceso.

Por lo pronto, la noche de ayer se supo que para lograr cumplir con la cuota de género que exige la Ley Electoral del Distrito Federal, las corrientes perredistas acordaron bajar a quien se sentía ya firme para la candidatura delegacional en Tlalpan, el diputado local Guillermo Sánchez, integrante de la corriente bejaranista Izquierda Democrática Nacional (IDN), y designar para ese cargo a Maricela Contreras Julián, también diputada local e integrante de IDN. Total, todo quedó en familia.

Quienes siguen con mucha tarea son los consejeros del Instituto Electoral del DF, los cuales ayer resolvieron varias quejas por presuntos actos anticipados de campaña, una de ellas contra el diputado local y aspirante a delegado en Miguel Hidalgo Víctor Hugo Romo, la cual declaró improcedente; sin embargo, hizo un exhorto a la presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Alejandra Barrales, para que responda en tiempo y forma a los requerimientos de información que le haga la autoridad electoral, pues no fueron atendidas peticiones relacionadas con la queja contra Romo Guerra, e incluso, se decidió dar vista a la Contraloría de ese órgano legislativo.

En el PRI capitalino las cosas tampoco marchan bien. Ayer, el coordinador de este partido en la ALDF y miembro de la Comisión de Procesos Internos, corrió lo que él mismo reconoció como rumor, el que integrantes del CEN priístas están presionando a algunos de los nueve integrantes de esta comisión para que dejen el cargo y, al no tener quórum para sesionar, la dirigencia nacional asuma el control del proceso de elección de su candidato a jefe de Gobierno, y así favorecer a Beatriz Paredes.