Antes de autonombrarse el candidato de los maestros, Gabriel Quadri desayunó con Elba Esther Gordillo, la artífice del Partido Nueva Alianza (Panal) y presidenta del sindicato magisterial, de quien declaró ser admirador por tratarse de una mujer muy valiosa.

Reunidos más de 400 consejeros del Panal, la mayoría maestros y algunos familiares de la profesora, hicieron ayer una votación de trámite para ungir al ex funcionario ambiental como su abanderado a la Presidencia de la República cuatro días después de haberse registrado.

En el Polyforum Cultural Siqueiros Mónica Arriola, hija de Gordillo y secretaria del Panal, fue quien presentó a Quadri como el hombre que dará luz en un proceso que se antojaba oscuro, dado que el país está capturado por una clase política tradicional.

Ausente físicamente, la maestra Gordillo dejó huella a través de sus parientes y los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En primera fila acompañaban al nuevo abanderado el ex esposo de la dirigente, Francisco Arriola, su yerno Fernando González Sánchez, su nieto René Fujiwara Montelongo y el padre de éste, René Fujiwara, quien conversaba con algunos profesores en la parte trasera del recinto.

¿Y por qué no vino la profesora?, se le preguntó a Juan Díaz de la Torre, secretario general del gremio: Recuerda que la maestra no es militante del Panal.

Antes, Quadri hizo una escala en la casa de la ex priísta en Polanco, con quien conversó dos horas y media, según él mismo informó.

–¿Ya logró hablar con la maestra Gordillo?

–Ya. Hoy en la mañana hablé con la maestra Gordillo; fue una conversación increíblemente interesante, que me ha enriquecido muchísimo; la verdad, es una mujer muy valiosa.

–¿Qué le comentó?

–Estuvimos platicando de muchas cosas: de la problemática de la educación, de las soluciones, de cómo ella ve el sistema educativo, qué se puede y debe hacer. Aprendí claramente cuál ha sido su trayectoria, su desempeño, sus intereses y francamente, y lo digo sin que sea retórica, me quedé muy impresionado de su capacidad, de su elocuencia y de la profundidad de sus ideas.

–¿O sea que usted la admira?

–Pues francamente ahora sí. No la conocía, la conocí hoy y ahora sí me parece una mujer admirable.

–¿Qué opina de todas las críticas al cacicazgo de la profesora?

–Yo nunca he estado en el sindicalismo; como lo he dicho muchas veces, todo es materia interna del sindicato. No tengo nada que decir al respecto; además, es un sindicato democrático.

Antes se le cuestionó si su campaña iba a ser testimonial, dada la fuerza de sus contrincantes Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López y Josefina Vázquez Mota, y respondió: No, para nada, los testimoniales van a ser un poco ustedes (los reporteros) de cómo vamos a elevar el nivel del debate y que estamos aquí para ganar.

Revolución blanca

Al estilo de otros actos del SNTE, muchos integrantes llegaron a la reunión sin saber a qué iban. Sólo cuando Luis Castro, dirigente del Panal, anunció las votaciones, los consejeros del partido se acercaron a depositar su papeleta en una urna en un proceso que concluyó con 11 votos nulos y 395 a favor.

Algunos profesores aprovecharon y corrieron para tomarse la foto con el aspirante presidencial, a quien conocieron en ese momento, como demostraban algunas profesoras que comentaban: es el que está al lado del maestro Juan Díaz.

Como candidato único, Quadri afirmó en su discurso inicial que era un gran honor personal, íntimo, profesional, político e incluso familiar abanderar las causas del magisterio. Aseguró que sin arrogancia ni soberbia llegaba para enriquecer el nivel del debate político de México.

Pidió perdón por ser necio al recalcar su pretensión de ser el candidato de los maestros, de Nueva Alianza y de los ciudadanos libres de México. Y se ganó aplausos cuando ofreció promover una revolución blanca para convertir a la educación pública en el pilar de todo en el país.

Tras levantarle el brazo a Quadri, Arriola criticó a los partidos de siempre que hacen políticas públicas de contentillo, de intereses personales, estrategias presupuestales para impulsar sus intereses de grupos, agendas programáticas diluidas en el cortoplacismo.

Presumió que Nueva Alianza regresará a la gente el derecho a soñar mediante una oferta política fresca, nueva, sostenible, lúdica a través de un hombre que viene del mundo de las ideas, de la investigación, del aprendizaje. Retomó el llamado a emprender una revolución blanca con las aulas y los lápices como armas de cambio real y duradero.