Río de Janeiro, 18 de enero. La construcción del telescopio más grande y más avanzado del mundo transcurre con retraso debido a la demora de Brasil en ratificar su contrato de adhesión al proyecto, afirmó el holandés Tim Zeeuw, director general del Observatorio Europeo del Sur (ESO, por sus siglas en inglés).

Sin la definición de Brasil no hay cómo poner en marcha los contratos de construcción del ESO. Esta demora me sorprende mucho, especialmente ante las condiciones que se han ofrecido al país, expresó Zeeuw, en declaraciones que reproduce hoy la prensa brasileña.

Zeeuw recibió el martes a representantes de medios de Brasil en Chile –donde será instalado el E-El T (European Extreme Large Telescope)– para quejarse del silencio del gobierno brasileño, que en 2010 firmó un acuerdo de adhesión al ESO y no ha llevado el contrato al Congreso para su ratificación.

Hemos hecho varios intentos de hablar con el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante, pero nunca obtuvimos respuesta. Sólo silencio, se quejó.

El acuerdo haría a Brasil el único miembro no europeo del ESO –en el que participan otros 14 países– y otorgaría a los científicos del país sudamericano el derecho a utilizar las instalaciones del observatorio.

Para ello, el gobierno brasileño tendría que empezar a dar en 2012 un pago anual a la entidad, lo que depende de la ratificación del acuerdo. Zeeuw advirtió que de no haber una solución a mediados de este año, Brasil podría ser excluido del proyecto para dejar lugar a otras naciones.

En un comunicado oficial, el ministerio brasileño de Ciencia y Tecnología reiteró el deseo de su país de participar en el proyecto y justificó la demora por los recortes de gastos dictados el año pasado por el gobierno, y por el escenario económico internacional.