El gobierno federal cerró la puerta a la publicidad de los productos milagro, porque son auténticos fraudes y afectan la salud y el bolsillo del consumidor, dijo el presidente Felipe Calderón.

Ayer, el Ejecutivo federal promulgó el decreto de reforma a la Ley General de Salud en materia de publicidad, el cual obliga a los medios de comunicación a asegurarse de que las mercancías curativas que anuncien cuenten con el permiso correspondiente de la Secretaría de Salud (Ssa).

En la ceremonia, realizada en la residencia oficial de Los Pinos, Calderón señaló que con este nuevo marco legal, la autoridad sanitaria cuenta con la facultad de acotar la publicidad de productos que engañan la buena fe de los consumidores e incrementa sustancialmente el monto de las multas –de 60 a 400 por ciento, hasta 16 mil veces el salario mínimo– para fabricantes, distribuidores y comercializadores de productos que violen las normas sanitarias.

Todos los días –dijo– se presenta de manera más frecuente el fenómeno de que a cualquier hora, en radio, televisión, Internet y medios impresos, la sociedad es bombardeada con anuncios que promocionan productos que prometen corregir desde imperfecciones del cuerpo; bajar de peso, qué más quisiéramos, pero no es así; prevenir o curar diversos padecimientos, incluso muchos de ellos graves, y aumentar el rendimiento deportivo.

Por eso, subrayó, era imperativo tomar una decisión inmediata, medidas concretas para proteger la salud y los bolsillos de los consumidores.

El documento, que fue firmado ayer ante las autoridades sanitarias y empresarios del ramo de la publicidad y medios de comunicación, será publicado mañana en el Diario Oficial de la Federación y entrará en vigor en los próximos 30 días.

El titular de la Secretaría de Salud, Salomón Chertorivski, destacó que como nunca antes, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha dado prioridad al control de la venta y publicidad de productos y servicios que ponen en riesgo la salud y la economía de la población.

Destacó que en los últimos cuatro meses han sido confiscadas 250 mil de dichos productos y se han suspendido más de 800 anuncios engañosos.

Sin embargo –admitió–, nos hacía falta reforzar la regulación y perfeccionar el marco jurídico para frenar la publicidad de mercancías que no cuentan con base científica y que afectan al paciente, poniendo en riesgo su salud y su vida.

El pasado 6 de enero, la Cofepris anunció que la regulación de la publicidad de alimentos dirigida al público infantil ya no sería su objetivo de trabajo.

Aunque se suponía que este organismo estaba diseñando el proyecto para modificar el Reglamento Sanitario de Publicidad en este asunto, su titular, Mikel Arriola, indicó que es un ejercicio científico que realizarán, si así lo deciden, las autoridades políticas de la Ssa y los sectores involucrados.

Con ello, la Cofepris desechó el proyecto que en febrero de 2010 presentó su ex titular Miguel Ángel Toscano para modificar el ordenamiento, el cual planteaba restricciones a los comerciales. Prohibía la participación de figuras públicas o personajes populares (artistas y deportistas) que pudieran inducir a los niños a consumir ciertos productos, entre otros.