El año literario 2011 estuvo marcado por el halo de la poesía, en donde los escritores de versos protagonizaron las principales notas del año, como fue el premio Nobel para el sueco Tomas Tranströmer, el Príncipe de Asturias para el cantante Leonard Cohen y el Cervantes para Nicanor Parra. También en el ámbito de las letras destacaron los fallecimientos del vate chileno Gonzalo Rojas, el escritor argentino Ernesto Sabato, así como el poeta y ensayista Tomás Segovia, mexicano de origen español.

Al mismo tiempo, mientras se incrementa aceleradamente el uso del libro electrónico, la industria editorial mantiene una lucha de sobrevivencia ante la crisis económica. En julio, el grupo Borders, la segunda cadena de librerías más grande de Estados Unidos, anunció su cierre y se declaró en bancarrota, lo que representó un símbolo de las dificultades que enfrenta el sector editorial ante un entorno que se transforma rápidamente, que incluye la venta de libros digitales.

En contraparte, en días recientes, Amazon, el portal de ventas por Internet, informó que por tercera vez consecutiva vendió más de un millón de unidades de su dispositivo de lectura Kindle, el producto de mayor demanda desde su lanzamiento, por lo que es el más exitoso en su historia.

Al anunciar en octubre el premio Nobel de Literatura 2011 a Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931), la Academia Sueca argumentó que en su poesía hay imágenes condensadas, translúcidas, nos da un acceso a la realidad.

Un candidato de casa no había sido galardonado en 37 años, cuando en 1976 compartieron el premio los suecos Eyvind Johnson y Harry Martinson. Una ceremonia poco usual, protagonizada por poesía y música, sustituyó el pasado 7 de diciembre el tradicional discurso pronunciado por el ganador del Nobel, debido a la hemiplejía que padece el autor desde 1990.

Mario Vargas Llosa y Herta Müller en la FIL

La musicalidad y la voz profunda de Leonard Cohen conmovieron en Madrid, cuando el poeta, compositor y cantante canadiense pronunció su discurso durante la ceremonia de entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, que se le otorgó por la influencia de su obra en tres generaciones de todo el mundo, a través de la creación de un imaginario sentimental en el que la poesía y la música se funden en un valor inalterable, según el jurado anunció en junio.

Nicanor Parra, poeta chileno de 98 años, fue reconocido con el Premio Cervantes 2011, el galardón más importante de las letras hispanas. Con un fallo unánime, se reconoció su antipoesía, un género literario en sí mismo, que utiliza elementos del lenguaje común y los transforma hasta convertirlos en absurdo, como el mismo Parra ha descrito. El fallo se dio a conocer el pasado primero de diciembre y el galardón le será entregado el 23 de abril en una sesión solemne en la Universidad de Alcalá de Henares.

Mientras se daba este anuncio en España, en México se celebraba la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más grande de América Latina y que este año celebró su edición 25 con la asistencia de más de 650 mil personas y la participación mil 935 editoriales de 43 países y más de 700 autores. Este año el galardón más connotado, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011, fue para Fernando Vallejo, quien al recibir su premio hizo un llamado a no votar y criticó los 71 años de gobierno priísta, así como los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.

También en esta fiesta de los libros destacó la visita de dos premios Nobel: Herta Müller y Mario Vargas Llosa.

A principio de año, en febrero, la periodista y escritora Elena Poniatowska fue reconocida con el Premio Biblioteca Breve de Novela, por Leonora, inspirada en la vida de la artista surrealista Leonora Carrington.

A la espera cercana de celebrar un centenario, alejado de la escritura, a los 99 años falleció Ernesto Sábato, el 30 de abril, uno de los máximos referentes de la literatura latinoamericana. Escritor, ensayista, físico y pintor argentino, autor de las novelas El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, murió en Santos Lugares, Gran Buenos Aires.

Crónica de un premio tardío

De igual forma, pocos días antes un gran pesar causó la muerte de otro gran exponente de las letras en castellano, la del poeta chileno Gonzalo Rojas, el 25 de abril, a los 93 años en Santiago de Chile, país en el que se decretó dos días de duelo. Quedó, sin embargo, la enseñanza de que los poetas no mueren, sólo se van sin decir adiós.

El 7 de noviembre, el poeta, ensayista y narrador Tomás Segovia falleció en la ciudad de México, a los 84 años. Figura del exilio español republicano, fue autor de una vasta obra poética, autor de más de 50 libros, además de que tradujo al español a Rilke, Ungaretti, Bloom y Lacan. La poesía me lleva a la sabiduría, dijo.

La crónica de un premio anunciado, que llegó de la mano de la muerte fue el caso del escritor Daniel Sada, quien después de padecer una enfermedad crónica falleció el pasado 18 de noviembre sin conocer de manera oficial que había obtenido el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el rubro de Letras, de manera compartida con José Agustín.