Presentaron Rastros y otros poemas en Casa Refugio Citlaltépetl
Jueves 15 de diciembre de 2011, p. 4
A poco más de un mes de la muerte del poeta y ensayista de origen español Tomás Segovia –el 7 de noviembre, a los 84 años–, la noche del martes fue presentado su libro inédito Rastreos y otros poemas, publicado por Ediciones Sin Nombre.
El acto tuvo lugar en la Casa Refugio Citlaltépetl, en la ciudad de México, en una velada en la que los escritores Eduardo Vázquez y Daniel García Dueñas, así como el editor José María Espinasa destacaron la gran deuda que las letras mexicanas y en general las hispanoamericanas tienen con el entrañable autor, quien llegó al país con el exilio republicano.
Todos tenemos una gran deuda con Tomás, no sólo por formar generaciones enteras de traductores, poetas, investigadores, filólogos y ensayistas, sino por haber mostrado a lo largo de su vida y obra, absoluta coherencia ética y una total independencia intelectual, fuera de corrientes, movimientos, grupos y hasta de su propia época
, destacó García Dueñas
El escritor, más que hablar del volumen presentado, centró su intervención en referirse a la importancia capital que tuvo para Segovia la escritura de su Cuaderno de notas, el cual comenzó en 1950, a los 23 años de edad, y continuó de forma casi ininterrumpida por el resto de su vida, lo que implica seis décadas de construcción.
Más que un libro es una serie o un semillero de libros; es el horno del alquimista de Tomás Segovia, su cocina, su estudio de escritor, el modo en que nos invitó a visitar su manera de pensar y nos la regaló
, sostuvo.
Hace unos años, la editorial española Pretextos publicó la mitad de esas memorias, que abarcan de 1950 a 1983, con el título El tiempo en los brazos. La segunda parte, en tanto, fue subida a Internet por el propio autor, en su blog, para su consulta gratuita, apuntes que además iba actualizando de forma frecuente, mencionó García Dueñas.
Es uno de los textos capitales para quien quiera acercarse al pensamiento de Segovia; pero no sólo eso, también es uno de los textos capitales de las letras mexicanas.
Un libro absolutamente vital
A su decir, la obra ensayística del autor valenciano proviene de esos cuadernos, a los cuales definió en su conjunto como el testimonio de una consciencia en expansión, a la manera que lo es el diario de Franz Kafka.
En ellos, resaltó, queda la pureza del pensamiento en sí, lo que no quiere decir ideas en bruto (...) Se diferencia de los demás libros en que están las ideas en efervescencia y, como tal, no hay libro que se parezca
.
García Dueñas recordó que Tomás Segovia escribió casi todos esos cuadernos en cafés más o menos concurridos y ruidosos, lo que era una forma de arriesgar la escritura a las interrupciones, si bien asumía a éstas como pausas necesarias.
Esa fue su regla de juego durante 60 años. Otra igual de importante fue no borrar nada de ese diario, precisó: Entonces es un testimonio verdaderamente riguroso y a la vez generoso (...) En los cuadernos se va afinando a lo lago de los años una forma de pensamiento y el autor desecha de entrada los elementos usuales que, en general, tienen los diarios de los escritores: la divagación gratuita, hablar de cualquier cosa y, sobre todo, la autogratificación
.
Luego de que Eduardo Vázquez relató algunas anécdotas que vivió al lado de Segovia, José María Espinasa, responsable de Ediciones Sin Nombre, anunció que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rendirá un homenaje póstumo al poeta y ensayista el próximo 8 de enero, en el Palacio de Bellas Artes.
Ya sobre Rastreos y otros poemas, el editor y también poeta destacó que no es un libro póstumo, sino absolutamente vital, vivo, como sólo sabe estar viva la vida. Eso no sorprende del todo, pues esa es una de las mejores cualidades de la poesía de Segovia: el amor a la vida
, subrayó.