Conmemoran retorno de 587 desterrados
Domingo 4 de diciembre de 2011, p. 28
Cuchulumtic, Chis., 3 de diciembre. Octavia Méndez tenía 12 años cuando el 27 de septiembre de 1994 decenas de hombres asesinaron con pistolas y machetes en San Juan Chamula a sus padres Miguel Méndez Santis y Verónica Díaz López, además de su tío Miguel López Pérez, por convertirse en evangélicos. A ella la violaron y la abandonaron creyéndola muerta.
La tzotzil monolingüe, que quedó huérfana a cargo de dos hermanas menores, afirmó: Aunque me duele mucho lo que pasó no tengo rencores y he perdonado a mis verdugos, quienes nunca fueron castigados
. Uno de ellos, Mateo, es ahora evangélico como ella.
Recordó que junto con su familia y muchos protestantes había sido expulsada de su paraje Icalumtic, San Juan Cahmula, por los caciques católicos tradicionalistas en noviembre de 1993. Instalaron un plantón en las oficinas de la entonces Dirección de Asuntos Indígenas, con sede en San Cristóbal. En agosto de 1994 ella y su familia regresaron a su comunidad, pero un mes después fueron atacados por habitantes de la misma.
Arrastraron a mi padre y lo dejaron casi muerto a golpes. Después le dispararon y a mi madre también la mataron. Luego me golpearon y me dejaron casi muerta. A las 12 de la noche fuimos a refugiarnos a San Cristóbal.
Entre 1970 y 1995, miles de indígenas chamulas fueron expulsados de sus comunidades por ser protestantes. Muchos fueron asesinados o heridos. Su delito era haberse convertido en evangélicos en una época en que en ese municipio indígena estaba prohibido no ser católico tradicionalista y militar en un partido diferente al PRI.
Octavia Méndez y varias viudas participaron hoy en esta comunidad de San Juan Chamula en un acto con el que más de mil evangélicos encabezados por dirigentes y pastores conmemoraron el 17 aniversario del retorno de 587 indígenas que durante 10 meses permanecieron desterradas en 1994 en San Cristóbal.
Durante la ceremonia efectuada al aire libre, como parte de las actividades del Día de la Libertad religiosa que se conmemorará este lunes 5 de diciembre, se guardó un minuto de silencio y se honró la memoria de 10 mártires que cayeron en la lucha y dieron su vida por la libertad religiosa
, entre ellos los padres de Octavia, quien ahora vive en Tuxtla Gutiérrez dedicada a vender artesanías con su esposo y siete hijos.