Villahermosa, Tab., 3 de diciembre. A semanas de que el PRI decida el método para designar candidato a la gubernatura que contenderá en los comicios de julio de 2012, tres principales aspirantes a ese puesto se enfrentan en una campaña de descalificaciones con miras al proceso interno.

Como parte de este enfrentamiento se ha divulgado que el gobernador Andrés Granier Melo desea imponer a toda costa como candidato a Humberto Mayans Canabal, su amigo de toda la vida, compadre y confidente.

Esto, se dice, puede ser un punto de quiebre y hoy que el PRD se cohesiona en torno a la figura del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad de ganar e incluso arrasar al PRI en Tabasco.

Priísta de toda la vida, Mayans abandonó las filas tricolores cuando las condiciones no favorecieron su candidatura a gobernador. Refugiado en el PRD llegó a ser senador, sólo para regresar al PRI cuando Granier Melo lo llamó para ocupar la Secretaría de Gobierno.

El verdadero gobernador de Tabasco durante el granierato fue Mayans Canabal. Su estilo de ejercer el poder, autoritario y represor, le ha ganado enemigos en todos lados, se dice en las redes sociales sobre textos que algunos atribuyen al PRD.

En julio pasado, aduciendo intereses mezquinos Mayans Canabal renunció públicamente a sus aspiraciones a la gubernatura. Pero nunca se fue. Por debajo de la mesa y con la complacencia de Granier Melo, impuso cuadros en todos los niveles del PRI estatal. Manejó a placer a los medios en el estado a través de sus personeros en la Secretaría de Gobierno y mediante el uso a discreción del presupuesto de comunicación social.

La semana pasada en mensajes de redes sociales y de teléfonos celulares se divulgó que Mayans Canabal estaba impedido para ser el abanderado porque no había renunciado a su militancia en el PRD. En respuesta, el ex encargado de la política interna mostró a la prensa copia de una carta fechada el 7 de noviembre de 2006, dirigida al entonces líder nacional perredista Leonel Cota Montaño, en la cual presenta su renuncia.

Decir que aún me encuentro afiliado al PRD no es más que una mala política, y detrás de esto hay intereses políticos mezquinos de otros militantes, para descartarme del proceso interno del PRI, dijo y refirió que él no va a dividir ni a enfrentar a nadie.

Sin importar el candidato, el PRI enfrenta en Tabasco un complicado reto electoral. Pero si su abanderado es Mayans, llegará fracturado al proceso y perderá no solo por sus errores, sino por la unidad que Andrés Manuel provoca en el perredismo. Para Andrés Manuel, ganar Tabasco es importante política y simbólicamente, se dice.

Luis Felipe Graham Zapata, secretario de Salud estatal, es otro de los precandidatos con posibilidades de abanderar al priísmo. En días pasados tuvo que desmentir en un noticiario de radio que hubiera convocado a una marcha en apoyo a su candidatura a través de volantes, y que daría la base a los empleados de la Secretaría de Salud que asistieran a la movilización.

El funcionario anunció que va a separarse de la dependencia en los próximos días, pues el primero de enero es la fecha límite estipulada en el Código Electoral.

Jesús Alí de la Torre, edil de Centro (donde se ubica Villahermosa), es el tercer precandidato. Trabajó en el ámbito federal al lado de Arturo Núñez –cuando el ahora senador perredista militaba en el PRI–, en la Secretaría de Gobernación, en los institutos Federal Electoral y del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. Fue diputado federal, presidente de la Fundación Colosio en Villahermosa y diputado local.

El 7 de noviembre, el secretario técnico regional del CEN del PRI, Eugenio Hernández Flores, se reunió en un restaurante de Villahermosa con 10 priístas que han manifestado aspirar a la candidatura. Ahí todos se manifestaron por la cohesión del partido.