No basta con que en la ciudad de México haya más de 200 mil baches que afectan a los automovilistas, sino que pedir el pago del daño provocado por uno de ellos puede llevar horas y aun meses de trámites para obtener respuesta.

Hace más de un mes, Mónica Narváez cayó en un bache en el cruce de Periférico y Viaducto. Mientras llevaba papeles que le fueron requeridos, como identificación, factura del auto y fotos, entre otros, recibió advertencias de todo tipo en el camino: sólo a uno de mil le pagan.

Aunque el peritaje avala que la ponchadura de la llanta de su camioneta Mitsubishi Lancer placa 923 VVH fue ocasionada por un bache, la delegación Miguel Hidalgo le devolvió sus papeles porque el hoyo en cuestión se encuentra en el límite con la delegación Álvaro Obregón, donde ahora tendrá que reiniciar los trámites.

El 8 de septiembre pasado Mónica se dirigía a comprar flores al mercado de Jamaica cuando ella y su acompañante no pudieron evitar caer en un bache de los llamados rompellantas. No era la primera vez, por lo que ahora decidió tomar fotos del hoyanco, de la llanta y del auto para presentar una denuncia.

En octubre de 2010 el gobierno de la ciudad puso en operación el número telefónico 072, porque las inquietudes de los capitalinos en materia urbana se traducen en una mejor calidad de vida, aseguraba el portal de noticias del Gobierno del Distrito Federal, donde explicaba que entre los servicios que se daría estaba el de reportar baches.

La joven diseñadora llamó al 072, donde la mandaron a levantar un denuncia al Ministerio Público (MP).

En la dependencia le dijeron que en el 072 y los teléfonos de la delegación Miguel Hidalgo no tienen la información correcta ya que no hay que ir al MP sino al juzgado cívico donde se toma la declaración y se manda a hacer el peritaje.

Aunque los policías eran muy amables, el juez asignado a la agencia MIH-3, en lugar de atendernos comenzó a desayunar, recordó.

En el juzgado cívico, Ángel Serrano Ríos le tomó la declaración no sin antes advertirle que había 30 por ciento de posibilidades de que el fallo fuera en su favor, pero que si querían insistir y perder tiempo, era su decisión. Las probabilidades subían. De una entre mil avanzó a 30 por ciento, ironiza la joven.

La impresión de su declaración en papel oficial le costó 8.50 pesos, pero al pagar con una moneda de 10, el servidor público le dijo a Mónica: ahí te debo 1.50.

Le volvieron advertir que el perito podía tardar varias horas en llegar. Sin embargo, Irais Jocelyn Salas López llegó en media hora. Tomó fotos del auto. Le pidieron regresar a las siete de la noche. El trámite comenzó cerca de las 10 horas.

Una vez con el peritaje, Serrano le dijo a la afectada que tenía que sacar la bitácora de bacheo para cotejar la fecha en que se produjo el socavón.

Mónica tuvo que regresar el lunes a la ventanilla única de la delegación Miguel Hidalgo, donde la atendió Leticia Bravo Colín, quien tras hacerla repasar una y otra vez lo que necesitaba para el trámite y comprobar que traía todos los papeles, la mandó a sacar otra fotocopia, porque una no bastaba. Cuando regresó, la señorita ya estaba ocupada, así que me pasó con Ana Luisa Álvarez Sánchez, la cual metió mis papeles, me hizo redactar otra vez mi carta de reclamación y de ahí me mandó a un anexo vehicular.

Ahora, le llegó la respuesta para informarle que parte del bache está en la colonia Bellavista, por lo que se tiene que dirigir a otra delegación. Sé que me quieren hacer dar vueltas y cansarme, pero no me voy a dejar, porque es un derecho que tengo y lo voy hacer valer, concluyó.