El tema de la relección legislativa evidenció el desacuerdo que existe entre las fuerzas políticas que integran la Cámara de Diputados. Mientras el Partido Revolucionario Institucional (PRI) expuso que el tema debe revisarse a profundidad porque en su esencia puede contener efectos negativos a la democracia, el Partido Acción Nacional (PAN) consideró que coadyuvaría a modificar el viejo sistema político y jurídico en el país.

También el Partido del Trabajo, en voz de Jaime Cárdenas Gracia, sostuvo que la relección permitiría la profesionalización del Congreso y abriría la posibilidad al control, supervisión y fiscalización del Poder Ejecutivo y otras instituciones.

De aprobarse –acotó–, la relección deberá carecer del respaldo del financiamiento privado, con democracia participativa y reforma a los medios de comunicación electrónica.

Al participar en la presentación del libro Para que se queden los que sirven. La importancia de la reelección inmediata de los legisladores y alcaldes, el presidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín, adujo que la relección legislativa no es la panacea o la piedra de toque del sistema político mexicano.

La única manera de hacer que el tema de relección no traiga más perjuicios que beneficios es tener un amplio debate y revisar una y otra vez las posibilidades de cada una de las opciones. Tengo que compartir también que los defectos negativos pudieran ser mayores a los beneficios, por eso estamos en una postura de análisis serio, detenido y definitivo.

Para el vicecoordinador del PAN, Alberto Pérez Cuevas, la alternancia por sí sola no sirve; hace falta un cambio al viejo sistema político y jurídico, que no se ha reformado de fondo, lo que implicaría un rediseño institucional, una visión de Estado, sus instituciones, reglas y contextos particulares.