Madrid, 2 de agosto. La Puerta del Sol y sus alrededores, desde el céntrico Paseo del Prado hasta las zonas aledañas, fueron limpiadas la madrugada de hoy de indignados, quienes establecieron un plantón temporal para repudiar los planes de ajuste implementados por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero para luchar contra la crisis económica.

El desalojo fue, informó la plataforma del 15 de mayo (15-M), por la visita del papa Benedicto XVI a Madrid el 16 de agosto. La acción policial provocó una protesta de miles de personas que intentaron tomar de nuevo la plaza.

Alrededor de las 6 de la mañana llegaron a la Puerta del Sol unos 60 furgones repletos de policías antidisturbios. Los agentes estaban ataviados con su indumentaria de choque (chalecos, escudos, macanas y armas reglamentarias para la dispersión), además de lámparas para despertar uno a uno a los acampados que estaban dormidos.

En cuestión de minutos todos los ciudadanos del 15-M veían, detrás del cordón policial, la llegada de otro comando –el de los trabajadores de limpieza del ayuntamiento– para destruir el puesto de información del movimiento con excavadoras y tirar a la basura gran parte del material acumulado, sobre todo propuestas, peticiones y reclamos de la ciudadanía.

El campamento del 15-M de la Puerta del Sol fue el epicentro de la movilización ciudadana que reclama una nueva salida a la crisis financiera y económica, y cuestiona de raíz el modelo neoliberal.

Según el 15-M, la decisión de levantar el campamento es por la celebración de la llamada Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en la capital española del 16 al 21 de agosto, y que reunirá a jóvenes católicos europeos y latinoamericanos con el Papa.

Jon Aguirre Such, miembro de la plataforma Democracia Real Ya, acusó al gobierno socialista de privilegiar la visita del Papa frente a la voluntad ciudadana. ¿Ésta es la idea que tiene el gobierno de un Estado laico?, preguntó

Añadió que actuar de madrugada y a traición es un atentado contra la libertad de expresión de los ciudadanos, además de que han atentado contra la capacidad legítima de informar, que es lo que era el punto de Sol. Así que una vez más han utilizado la violencia contra la razón, pero toda acción lleva una reacción. A través de su violencia van a fortalecer al movimiento. Que sigan reprimiendo y usando su violencia; nosotros responderemos de manera pacífica. Ahí está la diferencia entre lo que es este movimiento y lo que nos intentan imponer los políticos.

Ante esta agresión al 15-M, miles de personas intentaron manifestarse frente a la Puerta del Sol, pero un cordón policial impidió la entrada a los supuestos indignados, al asumir como criterio la ropa y el aspecto para impedir la entrada a la céntrica plaza.

La policía también impidió el paso a los medios de prensa, a los que por primera vez desde que surgió el movimiento las autoridades les marginaron e impidieron registrar lo que ocurría en la zona.