Tijuana, el centro de apuestas y juego más grande del país
Domingo 5 de junio de 2011, p. 5
Uno de los herederos del imperio económico que diseñó su padre –el profesor de primaria mexiquense Carlos Hank González–, el ingeniero Jorge Hank Rhon se instaló en Tijuana, Baja California, ciudad a la que convirtió en el centro de apuestas y juego más grande del país, mientras a la par se desplegaba el poderío del cártel de la familia Arellano Félix y la industria del secuestro.
Su captura golpea la imagen del llamado Grupo Atlacomulco, al que pertenece el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, a sólo un mes de las elecciones en aquella entidad. Jorge Hank se ajusta a la figura de su progenitor, quien al abrigo del PRI amasó una fortuna cuando ocupó la dirección de Conasupo, y se consagró con la ominosa frase de un político pobre es un pobre político
.
En 2004 Carlos Hank Rhon, hermano mayor de Jorge, fue convencido
por Arturo Montiel –entonces gobernador de la entidad– para que abandonara la contienda interna en el PRI, por la postulación al Estado de México, en beneficio de Peña.
Carlos Hank Rhon aceptó a regañadientes su desplazamiento y se ausentó del acto de postulación formal de Peña Nieto. Fue hasta agosto de 2009 cuando se restañó la herida. El gobernador encabezó la ceremonia en memoria de Carlos Hank González. Desde entonces los hermanos Hank Rhon consideran que al mandatario estatal sí se le podía comparar con su padre.
En medio de esos vínculos subyace la historia del profesor Carlos Hank González, cuya figura arrastró la sombra de su inusual enriquecimiento y el vertiginoso ascenso político al pasar de profesor de primaria a presidente municipal de Toluca, de ahí a gobernador del estado de México, después a regente de la ciudad de México, y al ver obstaculizado su ascenso a la Presidencia de la República por su ascendencia extranjera, se ocupó de las secretarías de Turismo y Agricultura durante el régimen que encabezó Carlos Salinas de Gortari.
El profesor Hank tuvo en su hijo menor, Jorge Hank Rhon, una especial versión de empresario que lo llevó a instalarse en Tijuana en la década de los años 80 del siglo pasado.
En torno al ingeniero se ha investigado y denunciado que desde su llegada a Tijuana el equilibrio social se dislocó y la violencia criminal se desbordó. Se le ha mencionado en relación con varios delitos: el incremento de las bandas de narcotraficantes del cártel de la familia Arellano Félix, el crecimiento desbordado de los secuestros –que propició un éxodo de mexicanos a California–, y el homicidio del periodista Héctor El Gato Félix Miranda –en abril de 1988– cuyas investigaciones condujeron a su jefe de escoltas, Antonio Vera Palestina.
En 1981, el profesor Carlos Hank González –aprovechando su relación con el entonces presidente José López Portillo– obtuvo la concesión del hipódromo de Tijuana, ubicado en un predio de 83 hectáreas –propiedad de la Federación– en la zona urbana, donde junto a su hijo Jorge levantó un enorme centro de apuestas, un fraccionamiento de lujo, un estadio de futbol, un centro comercial y un zoológico.
El sitio ha llegado a convertirse en el emporio de la industria del entretenimiento en México –se le considera el más grande en América Latina y Europa–, pues da abrigo a la mayor base de terminales electrónicas y salas de bingo.
Caliente es su marca. En el país posee 85 casas de apuesta y ya firmó una alianza estratégica con Codere, una empresa española que opera el Hipódromo de Las Américas.
Se ha diversificado con creces y otra relevante empresa de Hank Rhon es Globalsat, que brinda servicios de conectividad satelital. A la fecha Tijuana es su centro de operaciones. Su socio es Alberto Murguía.
También es propietario de dos equipos de futbol que militan en la segunda y tercera división del balompié mexicano, del Hipódromo de Agua Caliente, del Club Canófilo Caliente, el Hípico Jockey Club, Viajes Petra, Parque Zoológico Internacional, Plaza Pueblo Amigo, Colegio Alemán Cuauhtémoc Hank, Hotel Pueblo Amigo Plaza-Casino, así como del fraccionamiento Puerta de Hierro y de un centro comercial, ubicados en la zona que ocupa el hipódromo.
Sólo en una ocasión ha sido detenido por autoridades mexicanas. En mayo de 1995 se le interceptó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México al llegar procedente de Japón. Declaró viajar con objetos cuyo valor ascendía entonces a mil 600 dólares, pero en su equipaje se encontraron animales exóticos disecados y joyas.
Fue acusado del delito de contrabando porque las autoridades fiscales consideraron que el monto de sus pertenencias era superior a los 46 mil 500 dólares. Permaneció unas horas en el Reclusorio Sur y tras pagar una fianza de 150 mil pesos salió libre.
A finales de los años 80 del siglo pasado, Jorge Hank Rhon fue detenido al aterrizar en el aeropuerto Brown Field, en San Diego, California, por llevar consigo 200 mil dólares sin declarar al fisco estadunidense; en esa ocasión fue liberado por los oficios de Jerry Martin, entonces director de Aduanas. El funcionario fue encarcelado por ese hecho.
Fue atrapado por segunda ocasión en Estados Unidos el 19 de agosto de 1991, cuando la aduana le decomisó una tigresa de cuatro meses, y fue multado con 25 mil dólares.
El 7 de septiembre de 1994, en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, California, se le decomisaron 17 mil 574 dólares que llevaba ocultos y no declaró.
A la fecha, Jorge Hank Rhon ha perdido el derecho de ingresar a Estados Unidos. Su visa le fue retirada en enero de 2009 en la garita de San Ysidro, cuando pretendía cruzar la frontera en compañía de su familia.
En 2004 ingresó a la política al contender por la presidencia municipal de Tijuana con el respaldo del PRI. Gobernó dos años y solicitó licencia para contender por la gubernatura de Baja California.
En 2006 sus abogados y el PRI ganaron la batalla a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales (conocida como la ley antichapulín), que impedía a algún representante popular contender a otro cargo de elección popular mientras ejerciera como funcionario.
En 2007 perdió la elección para gobernador. Su coordinador de campaña fue su compadre el senador priísta Fernando Castro Trenti. La derrota le acarreó al legislador el repudio de los Hank.
El ingeniero, hoy indiciado, tiene gusto por los caballos, los leones y especies exóticas, así como de un tequila entre cuyos ingredientes se incluyen víboras endémicas del municipio de Tecate y especias diversas, el cual le prepara el empresario restaurantero de Mexicali, Adolfo Fito Yee.
Aficionado empedernido a la caza, hoy deberá explicar por qué en su hogar de Tijuana resguardaba un notable arsenal con más de 9 mil cartuchos útiles.