Acusa a priístas de congelar la propuesta laboral por interés político
Sábado 4 de junio de 2011, p. 14
Puebla, Pue., 3 de junio. El presidente Felipe Calderón acusó de hacerle daño al país
a quienes se han opuesto por interés político a reformas ya consensuadas, como la laboral.
Una vez que el Congreso, particularmente la fracción parlamentaria del PRI, dejó en la congeladora
la reforma laboral, advirtió que México no puede esperar que por razones de conveniencia se posponga algo que necesita con tanta urgencia el país como este cambio.
Después de comer en privado con empresarios exportadores insistió en que necesitamos una ley laboral que sin demagogia les permita tener trabajo a jóvenes y mujeres.
Durante el Congreso de Comercio Exterior Mexicano se preguntó cómo le vamos a dar empleo a más de la mitad de los 112 millones de mexicanos que tienen menos de 26 años de edad.
En el Centro de Exposiciones de Puebla se cuestionó además qué vamos a hacer con las mujeres que con justa reivindicación –y me alegra enormemente
– ganan cada día mayor participación laboral y necesitan una ley que las proteja.
Oponerse a reformas como ésta cuando ya están consensuadas, hacerlo por mero interés político es realmente hacerle daño al país
, afirmó.
Mientras el gobierno federal negocia con los partidos políticos la concreción de un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso para discutir iniciativas pendientes, Calderón pugnó por seguir con las reformas que hacen falta.
En su tercera gira por Puebla en un mes, durante la administración de su aliado Rafael Moreno Valle, expresó que todos debemos cumplir con los mexicanos en esta labor de reforma y reconstrucción del país.
Con ello secundó al gobernador poblano, quien señaló que en México prevalecen elementos de una economía cerrada que lo colocan en desventaja y por eso demandó la aprobación de reformas estructurales.
Por ello Calderón abogó también por seguir con procesos que abran a la competencia todos los sectores de nuestra economía.
Y reiteró su llamado a los gobiernos estatales para que reconstruyan las instituciones de seguridad, las policías y los ministerios públicos que han mostrado fragilidad.