Cerca de 2 mil farmacias cerraron en el país de 2009 a la fecha, y 7 mil 500 más están en riesgo de hacerlo en los próximos cuatro años a causa de la competencia desleal que ejercen contra ellas las grandes cadenas comerciales, advirtió la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex).

El presidente del organismo, Antonio Pascual Feria, explicó que los altos volúmenes que manejan los supermercados les permiten obtener concesiones de comercialización que se expresan en rebajas significativas en los precios que reciben de los proveedores.

Lo anterior, aunado a la cercanía que ofrecen los centros de alta comercialización, provoca que los precios que pueden ofrecer los pequeños y medianos negocios (donde compra más de la mitad de la población), sean hasta 40 por ciento más caros.

Si van a Las Lomas, a la colonia Del Valle o a Polanco, por ejemplo, los precios son diferentes que los que hay en zonas conurbadas o en el interior del país. Tenemos farmacias en poblaciones de 2 mil habitantes y esa gente requiere justicia en los precios. Hay que llevarle los mismos precios que reciben los de Las Lomas a esas poblaciones porque tienen derecho a ello.

Añadió que las concesiones que reciben los supermercados les permiten también la posibilidad de devolver a los laboratorios el 100 por ciento de los medicamentos que caducan, en caso de no ser vendidos en sus puntos de venta.

El dirigente explicó que de los 900 millones de fármacos que se fabrican cada año en el país, por lo menos 10 por ciento (90 millones) caducan. Sin embargo, sólo 40 por ciento de ellos (36 millones) son regresados a los laboratorios para su destrucción técnica, es decir, de acuerdo con las normas oficiales mexicanas.

Destacó que lo anterior representa un grave riesgo para la población porque ese 60 por ciento restante de medicamentos que no son devueltos a los laboratorios (54 millones) son susceptibles de comercializarse en el mercado negro.

Durante el foro nacional de comercialización de medicamentos y competitividad, convocado por el organismo, Pascual Feria hizo un llamado urgente a la Secretaría de Economía (SE) para que a través de la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresas se diseñen programas especializados de apoyo al sector, especialmente en lo referente a la modernización de los negocios, capacitación y financiamiento.

Destacó que el canibalismo de precios y la especulación desatada en el país han provocado un círculo vicioso en el que la insolvencia de las farmacias les impide reponer inventarios, lo que provoca que operen con un desabasto de 20 por ciento, y eso a su vez disminuye más sus ventas.

Actualmente hay desabasto en el mercado de medicamentos. Los consumidores que llegan a una farmacia y ésta no tiene todos los productos de la receta, tienen que regresar al otro día y esperar, lo que favorece las ventas en los centros comerciales.

Advirtió que de no tomarse medidas urgentes para equilibrar las condiciones de competencia que prevalecen en el país, se estarían poniendo en riesgo 50 mil empleos –la mitad de las plazas que genera el sector farmacéutico–, aunados a los 30 mil que se perdieron en los últimos dos años con el cierre de negocios.

Ante el director general adjunto de información empresarial de la SE, Víctor Manuel Sandoval Rivera, quien asistió en representación del secretario de Economía, Bruno Ferrari, Pascual Feria recordó que en febrero de 2007 Felipe Calderón se comprometió a generar una política pública de abasto suficiente, disponibilidad y precio justo en el tema de los medicamentos, cosa que hasta el momento no se ha cumplido.