Después de tres días de interrogatorios al personal administrativo e internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) de la capital de Durango, la Policía Federal detuvo al jefe de vigilancia y a tres custodios acusados de proteger al grupo delictivo que opera en el penal, informó la Procuraduría General de la República (PGR).

Felipe Amador Romero y los custodios Jesús Alberto Muñoz Hernández, Grajelio Mendía Solís y Olegario Castillo Hernández fueron detenidos tras la riña del miércoles 18, que se saldó con nueve reos muertos y 10 heridos. Los agentes decomisaron tres pistolas, dos subametralladoras, una escopeta, un silenciador de fusil, más de 200 cartuchos útiles, 25 armas punzocortantes hechizas, 19 cuchillos, 15 puntas, cinco tijeras y un teléfono celular.

Amador Romero daba protección a un grupo de presos con la complicidad de los custodios. Los cuatro fueron trasladados la mañana de ayer al Centro Federal de Readaptación Social Oriente, ubicado en el municipio de Villa Aldama, Veracruz, y deberán responder por delitos contra la salud, acopio de armas, delincuencia organizada, portación de arma de uso exclusivo del Ejército y ejercicio indebido del servicio público.

El 9 de marzo en la misma cárcel hubo una riña, tras la cual se decomisaron unas 25 armas de fuego y fue detenido el entonces jefe de custodios Rodolfo Rodríguez Carranza. Desde esa fecha han sido ejecutados seis custodios, entre ellos el subjefe de vigilancia, quienes rechazaron ocupar la jefatura.

En el Cereso número 2 de Nogales, Sonora, la policía estatal frustró un intento de fuga luego de encontrar un túnel de 70 centímetros de ancho y cuatro metros de largo que, según los reos interrogados, comenzaron a cavar internos que fueron trasladados a San Luis Río Colorado. Las autoridades no descartaron que la excavación siguiera avanzando después del traslado de reos, pues hallaron en la cavidad un arma punzocortante lustrosa y sin señales de oxidación.

Ricardo Ornelas Saavedra, coordinador del Sistema Estatal Penitenciario, informó en Hermosillo que el sábado, durante trabajos de remodelación, se descubrió el túnel debajo un mosaico del área de interrogatorios. De inmediato se realizaron cateos en los que se decomisaron 26 armas punzocortantes, materiales para fabricarlas, cuatro cuchillos y cuatro machetes, entre otros implementos.