Lunes 23 de mayo de 2011, p. 39
Acapulco, Gro. El arzobispo local, Carlos Garfias Merlos, consideró que es insuficiente conminar a los grupos de criminales a dejar de cometer delitos, y es necesario actuar para detener la ola de violencia, que ya se volvió cotidiana. En respuesta al gobernador Ángel Aguirre, quien el 15 de mayo exigió a los delincuentes dirimir sus diferencias de otra forma, el prelado dijo: Los gobiernos deberían cumplir sus responsabilidades, lo que seguramente incidirá en la construcción de la paz. Si la violencia tiene factores sociales, políticos, económicos y culturales, toca a las autoridades intervenir para desactivar la violencia desde sus causas
, entre ellas pobreza, deficiente educación y desempleo.