Los estudiantes vigilan que los inmuebles no sean grafiteados y se cuiden los recursos
Los planteles diseñan programas para mejorar las comunidades en que se ubican
Lunes 23 de mayo de 2011, p. 43
Situados en zonas populares carentes de espacios culturales, varios de los planteles de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) son considerados como oasis
ya que ofrecen a los jóvenes estudiantes la oportunidad de acceder a servicios de los cuales carecen en sus lugares de residencia.
En estos sitios los alumnos cuentan con sistemas de cómputo e Internet, bibliotecas, actividades culturales, deportivas, comedores y sanitarios con todos los servicios.
En general, las instalaciones son pulcras, incluso en colonias donde proliferan los grafitis, como en Iztapalapa o Cuautepec, las paredes están limpias porque los estudiantes se esmeran en proteger esas construcciones, evitando su maltrato y deterioro. Por ejemplo, en los sanitarios de uno de los planteles, los jóvenes exhortan a cuidar el papel y el agua para evitar que los restrinjan.
Uno de los servicios que ofrece la UACM a sus estudiantes es el de comedor, donde los alumnos pueden tener una comida completa por 14 pesos.
La escuela también ofrece a sus estudiantes apoyo sicológico, actividades deportivas y culturales, así como tramitar su afiliación al servicio público de salud. En el informe de la rectoría al Consejo Universitario sobre los resultados relevantes del periodo 2001-2010, se detalla el estado de los proyectos que la UACM desarrolla con las comunidades aledañas a los planteles.
Las instalaciones de la universidad se levantan en espacios que se consideraban perdidos o que estaban destinados a otros fines y que el gobierno capitalino recuperó para dar acceso a la educación y la cultura a jóvenes de esas colonias.
Por ejemplo, el plantel Casa Libertad, en Ermita Iztapalapa, está en un lugar de gran tránsito vehicular, donde impera el concreto y todo tipo de comercios; no hay árboles, plazas ni centros de cultura. El contraste entre este panorama y el interior del plantel es tan marcado que los agentes de la policía del sector llaman oasis
a las instalaciones de la UACM.
Ese plantel ocupa el inmueble que fue la cárcel de mujeres de Santa Marta Acatitla, espacio que de no haberse convertido en escuela, sería ahora un reclusorio de alta seguridad, como lo promovía en su época el entonces regente Óscar Espinosa Villarreal.
Otro caso es el plantel Cuautepec, que se levanta rodeado de prados atrás del Reclusorio Norte y frente a un cerro altamente poblado por miles de familias de pocos recursos económicos.
Ante de ser el plantel Del Valle de la UACM, en esas instalaciones estuvo el Colegio Israelita de México y en otros tiempo también fue centro de capacitación de la Policía Judicial Federal, comenta el antropólogo Iván Gómez César, profesor de tiempo completo de la UACM.
El plantel San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa, se edificó en un predio donde se encontraba un tiradero, que sirvió de depósito de los desechos del sismo de 1985.
En 2009, la delegación Milpa Alta donó un predio en San Pedro Atocpan para instalar un nuevo plantel de la UACM.