Guadalajara, Jal., 17 de mayo. Indígenas de la etnia wixaritari (huicholes) marcharán este viernes en Guadalajara para reivindicar su derecho a vivir según sus costumbres, y exigir respeto a sus sitios sagrados, como Wirikuta, cerro en Real de Catorce (San Luis Potosí), de donde la minera canadiense First Majestic Silver extrae plata. Habrá movilizaciones simultáneas en Vancouver, Canadá, y Nueva York, Estados Unidos.

Antonio Hayuaneme García Mijarez, estudiante de ingeniería electrónica del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Oriente, encabezará la marcha junto con otro comisionado de las autoridades indígenas, Olegario Mejía Díaz. García Mijarez sostuvo que la plata que First Majestic Silver obtiene de Wirikuta es la sangre de la que se nutre el peyote, el aliento que logra cada día que el sol pueda vencer a la noche y baña de luz la Tierra, según las creencias de los wixaritari.

La etnia habita en un escabroso polígono que abarca territorios de cinco estados, el más extenso en Jalisco.

Hayuaneme recordó en entrevista que hombres ricos y extranjeros obtuvieron la concesión para explotar Wirikuta en 2008, a pesar de que ese año el presidente Felipe Calderón y autoridades de Jalisco, San Luis Potosí, Nayarit, Zacatecas y Durango firmaron ante la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales el pacto de Hauxamanaka, en el cual los políticos se comprometieron a respetar los sitios sagrados y ceremoniales de los wixaritari.

Wirikuta es uno de los cinco sitios sagrados de los wixaritari, grupo indígena habitante de la Sierra Madre Occidental desde hace siglos. Los otros son Hauxamanaka, en Durango; XapaWiyeme y Tee’kata, en Jalisco, y Tatei Haramara, en Nayarit. Pero Wirikuta es el más importante no sólo para los wixaritari, sino para otros pueblos como los coras y tepehuanes. La zona sagrada de este sitio abarca 140 mil 211 hectáreas en los municipios de Villa de Ramos, Charcas, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz, Matehuala y Catorce, en San Luis Potosí.

Wirikuta fue declarada en 1994 área natural protegida por su biodiversidad, y patrimonio histórico y cultural por el gobierno de San Luis Potosí. En 1999 la Unesco lo declaró parte de la red de 14 sitios sagrados más importantes del mundo, y está en la lista para ser considerada patrimonio de la humanidad.