El Gobierno del Distrito Federal (GDF) replanteó su iniciativa de descentralizar el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM). Propone ahora eliminar la intervención del sector privado en el suministro de agua potable en la capital, pero insiste en que sea el organismo, ya descentralizado, el que fije las tarifas y no la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

A diferencia de la primera propuesta, que le generó críticas y el rechazo de los diputados locales, sobre todo del PRD, la cual planteaba estímulos sin mencionar los subsidios, en el documento de trabajo, que ya presentó a los legisladores, propone que sea la ALDF la que fije las subvenciones a los grupos vulnerables, previa consulta al órgano rector del agua.

Además se reconoce el agua como un derecho humano fundamental, pero no se habla de cómo se puede garantizar, pues si bien se enarbola como el eje rector del programa especial del agua a largo plazo, antes llamado visión 2020, se mantienen las disposiciones legales que facultan a las autoridades a restringir o suspender la dotación a quienes se retrasen en los pagos por el servicio.

También se agrega una serie de objetivos a cumplir por el SACM, por medio del programa especial, entre los cuales destaca aumentar los niveles de cobranza comenzando a facturar por consumo medido a los usuarios comerciales y domésticos de los sectores de ingresos medios y altos, hasta alcanzar ciento por ciento de la micromedición.

En tanto, el Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal ordenó a las autoridades capitalinas hacer público el estudio que encargó a una empresa privada para la realización del proyecto Hacia un nuevo modelo comercial del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.