La música expresa sentimientos contrastantes en un mismo tiempo de manera totalmente comprensible, lo cual no sucede con las palabras, asevera el pianista italiano Pietro De Maria.

El intérprete fue solista con la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), el pasado fin de semana, en la Sala Nezahualcóyotl, donde mañana ofrecerá un recital de piano.

En entrevista, De Maria acepta abordar el tema Franz Liszt (1811-1886), de quien este año se conmemora su bicentenario: No sólo fue uno de los más grandes virtuosos del piano, sino un compositor que tenía una enorme capacidad poética y además utilizaba todos los instrumentos de la orquesta.

Para su recital del jueves, explica, se programaron obras poéticas de Liszt, como su transcripción de La Campanella, de Paganini, y la partitura que escribió a partir del Soneto no. 104 de Petrarca.

Se dejó influir de las demás artes. Un verdadero romántico, en claro contraste con Chopin, quien era romántico del alma pero no tenía la inspiración de otras manifestaciones artísticas.

En contraste, Liszt, prosigue el italiano, se dejaba inspirar. No obstante, existe infinidad de piezas que no son reconocidas. Su música no ha sido bastante valorada y escribió muchas obras de las cuales no se conocen todas.

También, dice De Maria, Liszt escribió mucho para orquesta, así como piezas para piano, pero existe infinidad de composiciones que hizo al final de su vida, las cuales permanecen casi desconocidas. En su repertorio predomina la poética, la armonía, la fantasía y las obras visionarias-modernas.

Incluso, Wagner se dejó influir mucho por Liszt y gracias a eso, su búsqueda armónica se tornó cada vez más moderna.

El influjo de la poesía

Una de las tareas de los ejecutantes en la actualidad, explica Pietro De Maria, es propiciar la difusión de las obras desconocidas, pero de forma intercalada con las que ya se conocen para que sean aceptadas por el público.

“Cuando uno interpreta –sostiene el atrilista– lo que emerge es la personalidad, eso que tenemos dentro y nos vuelve diferentes.”

Por esta razón, una misma pieza suena diferente. Los músicos somos como los actores, con la diferencia de que nosotros tenemos diversos personajes en un mismo tiempo. Esta es la riqueza de la música, la cual permite la expresión de sentimientos contrastantes.

De hecho, admite, frente al piano siempre estoy en la búsqueda del sonido y de los diferentes timbres, lo cual es verdaderamente fascinante. Incluso, me dejo inspirar por los buenos cantantes y del influjo de la poesía.

Pietro De Maria estudió en Venecia con Giorgio Vianello y Gino Gorini y se graduó en el conservatorio de esa ciudad. Después continuó sus estudios con Maria Tipo, en el Conservatorio de Génova.

El pianista se presenta con regularidad en los principales festivales y salas de concierto de Europa y, de la misma forma, ha participado con muchos directores, entre los que destacan Claudio Abbado, Umberto Benedetti Michelangeli, Gary Bertini, Myung-Whun Chung, Vladimir Fedoseyev y Daniele Gatti.

Ha sido ganador de varios premios, como el Dino Ciani, de Italia; el Géza Anda, de Suiza, y el Mendelssohn, de Alemania.

Pietro De Maria se presenta mañana a las 20:30 horas en la Sala Nezahualcóyotl (Insurgentes Sur 3000). Informes en la página electrónica www.musica.unam.mx.