Majdal Shams Siria, 15 de mayo. Protestas de palestinos en la franja de Gaza, Cisjordania, y las fronteras de Siria y de Líbano con Israprovocaron la muerte de 25 personas y cientos más resultaron heridas, en el 63 aniversario de la Nakba, o lo que para los palestinos es la catástrofe de la fundación del Estado de Israel.

Uno de los incidentes más graves ocurrió en la zona fronteriza de Líbano, donde diez palestinos murieron y 100 resultaron heridos por disparos de soldados israelíes cuando participaban en una manifestación en la localidad de Marun Ras.

Miles de personas que portaban banderas palestinas salieron en masa de sus campamentos en Líbano para manifestarse y exigir a coro: que nos devuelvan nuestra tierra. Hanio Suleiman, uno de los organizadores, dijo que más de 50 mil palestinos y libaneses participaron en las marchas, en lo que fue, dijo, la mayor concentración de palestinos en la frontera libanesa-israelí desde 1948.

Israel también disparó contra palestinos provenientes de Siria que lograron entrar en el pueblo de Madj Shams, en los altos del Golán ocupado, lo que dejó diez muertos.

En la franja de Gaza disparos del ejército de Israel dejaron 90 lesionados durante una marcha de unos mil palestinos hacia la terminal fronteriza israelí de Erez, mientras en la ciudad de Beit Lahiya unas 25 personas que participaban en las protestas también quedaron heridas por fuego israelí, y una de ellas murió más tarde.

En Cisjordania, más de 600 palestinos fueron dispersados por el ejército israelí con bombas de ruido y gas lacrimógeno, al tiempo que 17 personas fueron lesionadas en choques violentos en el puesto de control de Kalandia, a la entrada de Jerusalén, y nueve en Hebrón.

En Tel-Aviv, un camionero árabe-israelí chocó con un autobús y otros cuatro vehículos, lo que dejó un muerto y al menos cinco heridos. La policía trata de determinar si se trató de un accidente o de un acto relacionado con las manifestaciones.

Para los palestinos la Nakba se tradujo en la expulsión de unas 760 mil personas tras la creación del Estado de Israel, en 1948. En estas seis décadas su descendencia aumentó a 4.8 millones, repartidos en Libano, Siria, Jordania y Egipto, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Las muertes de hoy fueron repudiadas por el presidente palestino Mahmoud Abbas, para quien la elevada participación de manifestantes en el día de la Nakba prueba que el deseo de la gente es mayor que el poder de las fuerzas ocupantes, si bien el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel está decidido a defender sus fronteras.

En este contexto, Israel aceptó entregar unos 88 millones de dólares en impuestos aduaneros y otros gravámenes, que recauda en nombre de los palestinos, y que fueron congelados después que Abbas llegó a un acuerdo de unidad con Hamas, el 4 de mayo.