Cuernavaca, Mor., 13 de mayo. A un mes de que la Procuraduría General de la República (PGR) identificó a Julio Hernández Radilla y José Luis Luquín, como responsables del asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega y seis personas más, los presuntos culpables no han sido localizados por la Secretaría de Seguridad Pública ni por los militares, marinos o policías estatales asignados a esa tarea.

De acuerdo con información de la 24 Zona Militar, Hernández Radilla es jefe de sicarios en Morelos del cártel del Pacífico Sur, antes conocido como de los Beltrán Leyva. En tanto, Luquín es un desconocido, pero tiene familiares en la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

El mismo 13 de abril, cuando la PGR y la Procuraduría General de Justicia del Estado revelaron sus nombres –supuestamente identificados por las huellas que dejaron en el automóvil tipo Civic en el que fueron encontrados los siete cadáveres la mañana del 28 de marzo–, los incluyeron también en el sistema de recompensas de la PRG para dar más pronto con ellos.

Por cada uno de los supuestos responsables se ofrecen 10 millones de pesos, pero ninguna corporación ha podido detenerlos para que narren qué fue lo que pasó aquella noche del 27 de marzo, cuando los jóvenes fueron levantados y después asesinados.