Cannes, 11 de mayo. En silla de ruedas, el director italiano Bernardo Bertolucci se presentó ante la prensa, para recibir en el Festival de Cannes la Palma de Oro por su carrera.

El director artístico del certamen, Thierry Fremaux, relató la anécdota de Quentin Tarantino, quien tras ganar el máximo galardón del selecto festival, dijo que había una lista de los que han ganado ese reconocimiento y otra de quienes no la han obtenido (y la merecían).

Ninguno de los cuatro intentos por alzar la preciada distinción han llevado a Bertolucci hasta el Olimpo de Cannes. Hoy, tras agradecer el premio, señaló: “He hecho muchas películas, pero es la secuencia de mi vida lo que me ha hecho ganar la Palma de Oro.

“La primera vez que vine aquí, recordó, fue en 1964, con Prima della rivoluzione, en la sección Semana de la Crítica. Los críticos italianos derribaron la película, pero a los franceses les gustó. Entonces pensé en convertirme en un director francés, bromeó el cineasta, en silla de ruedas por sus problemas de espalda.

Novecento, uno de sus mejores trabajos

Contó además que no se le ocurrió presentar a concurso Novecento (1976), que según coincide en señalar la crítica es uno de sus mejores trabajos, porque la película duraba 5 horas y pensó que el jurado jamás le iba a dar un premio. Luego, el presidente del jurado de entonces (el escritor Tenneessee Williams) le dijo que había sido un estúpido porque habría ganado la Palma de Oro de haber concurrido.

Novecento se exhibió ese año fuera de concurso y la Palma de Oro fue para Taxi Driver. Ambas películas fueron protagonizadas por Robert De Niro, quien en esta edición preside el jurado de Cannes y esta noche entregó el premio al cineasta italiano.

Si dice unas palabras será un milagro, agregó sonriendo Bertolucci, en referencia a la pobre locuacidad de uno de los actores estadunidenses más elogiados.

Al repasar su carrera, Bertolucci habló sobre algunos grandes éxitos de su trayectoria, como El último tango en París (1972), que se prohibió en varios países como por ejemplo la entonces Unión Soviética, donde la gente incluso era encarcelada por haberla visto. Esa película corrió una suerte curiosa y tumultuosa, dijo.

Recuerdo que durante un año o algo así yo perdí completamente la cabeza porque la película tuvo tal éxito que incluso si se tiene los pies en la tierra, te hace volverte loco.

En su opinión, la cinta erótico pornográfica con María Schneider y Marlon Brando está envejeciendo bastante bien. No necesita maquillaje, gracias a la presencia de Brando, quien no quiso verme durante una temporada, porque se había abierto a mí demasiado. Estaba haciendo lo que nunca había hecho; esa es la esencia de su naturaleza.

El cineasta recordó El último emperador (1987) como la que tal vez haya sido la aventura más extraordinaria de su vida, porque tuvo la posibilidad de conocer China y el cine que entonces se hacía en una nación muy grande y muy cerrada al exterior, como lo era por aquella época.

El septuagenario director ya lleva años sin filmar. En Cannes, sin embargo, los espectadores tendrán oportunidad de ver una copia restaurada de Il conformista, que cumple 40 años. No he tenido que ver nada con la restauración, comentó. Agregó que le gustaría que los técnicos del laboratorio también lo pudieran restaurar a él, en referencia a sus dolencias de espalda.

Robert De Niro manifestó que hoy se siente muy feliz de poder entregar el premio al cineasta italiano.

En conferencia de prensa, junto con los ocho miembros restantes del jurado, De Niro comentó de forma muy sucinta lo que será su principal labor hasta el 22 de mayo: ver películas.

No estoy seguro de lo que busco, señaló, Agregó que no duda que lo encontrará en alguna de las 20 películas concursantes.

Con un guión y una historia que contar, De Niro se mueve como pez en el agua; sin embargo, al presentarse ante la prensa siempre da la sensación de sentirse incómodo y sobre todo con ganas de largarse.

De Niro comentó que estar en Cannes viendo películas es un poco como estar de vacaciones.

Para la actriz Uma Thurman, también miembro del jurado, se trata de una experiencia extraordinaria que espera que le sirva de inspiración. Su colega argentina Martina Gusman, quien se mostró un poco tímida a la hora de expresarse en inglés, aseguró que para ella se trataba de un sueño. Estoy ansiosa por empezar a ver las películas, añadió con la emoción de una debutante.

La 64 edición del Festival de Cannes levantó el telón con la nueva comedia de Woody Allen, Midnight in Paris.