Su éxito de venta sólo es comparable con los Beatles y Elvis Presley
Miércoles 11 de mayo de 2011, p. 9
París, 10 de mayo. El músico jamaicano Bob Marley, considerado el rey del reggae, con más de 200 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, murió el 11 de mayo de 1981 en Miami a causa de cáncer, hace exactamente 30 años, motivo de homenajes en todas partes del mundo.
Fue una de las pocas superestrellas del Tercer Mundo y hasta hoy arrastra a multitudes convertido en icono global. Su efigie sonríe en camisetas, banderas y carteles en todo el mundo, mientras sus canciones siguen siendo éxito de ventas sólo comparable al de The Beatles o Elvis Presley.
Con temas como I Shot the Sheriff, No Woman, No Cry, Jamming o Redemption Song convirtió el reggae de su natal Jamaica en un fenómeno musical mundial, además de popularizar el movimiento rastafari.
Más allá de sus éxitos musicales, Marley es venerado por muchos con devoción. Para los indios hopi representa el cumplimiento de una profecía de siglos; los nepaleses lo consideran la rencarnación del dios Vishnú y para los aborígenes australianos es un predicador de la paz y los derechos de los oprimidos.
Hijo de un militar blanco al servicio de los británicos, a quien apenas conoció, y una jamaicana muy religiosa, Robert Nesta Marley nació el 6 de febrero de 1945 en la aldea de Rhoden Hall. Cuando tenía 14 años se fue a vivir a la capital Kingston donde trabajó como soldador y cinco años después fundó, junto a Peter Tosh, la banda The Wailers, con la que tocó hasta el final de sus días.
Entre sus primeras canciones predominaba el tema del amor, hasta que más tarde desarrolló el reggae, que a partir de los años 70 causó sensación en el mundo entero con letras en las que criticaba la miseria y las desigualdades en su país. Vivió en el gueto de Trenchtown, en Kingston, y, en 1962, grabó su primera canción, Judge Not. Temas como Get Up, Stand Up o One Love son interpretadas frecuentemente como un llamamiento a la humanidad entera, cuando en realidad hablan de la opresión de los negros por los blancos.
En 1977 Bob Marley dio con The Wailers un concierto mítico durante el cual interpretó partes del álbum que acababa de grabar (I Shot the Sheriff, Lively Up Yourself, Get Up, Stand Up, Jamming, No Woman No Cry, Exodus y War).
Bob Marley siguió grabando álbumes casi hasta el final (Survival en 1979; Uprising en 1980). Hasta hoy, Marley ha vendido más de 250 millones de discos, 60 millones de manera póstuma, sin que ningún otro músico de reggae haya llegado a alcanzar su popularidad.
El artista llegó a reunir a decenas de miles de seguidores en sus conciertos, también en Estados Unidos o Europa. De entre los numerosos hijos que tuvo con su esposa Rita y otras mujeres, cuatro de ellos siguen haciendo reggae en el grupo Ziggy Marley & the Melody Makers, mientras otros han emprendido carreras musicales en solitario, como Ky-Mani, Julian y Damian.
Los rastafaris de Zambia se reunirán en Lusaka para celebrar la vida
de su ídolo, que se ha convertido en el portavoz de los desfavorecidos del mundo entero.
También se realizarán conciertos, se difundirán programas de radio o televisión, como el documental The Wailers: Catch a Fire, que muestra los entretelones de la grabación de este álbum en 1972.
Por su parte, Julian Marley, otro de sus descendientes, quien desde muy joven siguió los pasos de su padre, anunció que le realizará un homenaje en Madrid, el 15 de junio próximo.