Los menores nacieron en la cárcel y podrán permanecer con ellas hasta que tengan 6 años
Subsecretaría del sistema penitenciario celebra a 957 internas de ese reclusorio y de Tepepan
Miércoles 11 de mayo de 2011, p. 35
Según las estadísticas de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, aproximadamente 98 niños viven en reclusión con sus madres en el penal femenil de Santa Martha Acatitla. Se trata de menores que nacieron en la citada cárcel y podrán permanecer con sus progenitoras hasta que cumplan seis años, pues es la edad permitida por la ley.
En promedio cada año se embarazan seis mujeres durante su estancia en la cárcel, y hasta marzo pasado, 31 internas se encontraban en estado de gravidez, de las cuales 26 ya estaban encintas cuando ingresaron a prisión.
Las cifras de la subsecretaría, obtenidas mediante el Instituto de Acceso a la Información capitalino, señalan que de los niños que se encuentran en prisión con sus madres, 53 son hombres y 45 mujeres, los cuales se encuentran en buenas condiciones de salud y sólo a uno se le detectó discapacidad o retraso mental.
Las edades de los menores son: de menos de un año, 58; dos años, 17; tres años, 16; cuatro años, cuatro; cinco años, dos, y sólo uno está a punto de abandonar el penal, al cumplir seis años.
Durante su estancia en el penal, los niños son atendidos en el Centro de Desarrollo Infantil Amalia Solórzano Cárdenas, que cuenta con una plantilla laboral de nueve personas, entre sicólogas, trabajadoras sociales, asistentes educativos y apoyo administrativo.
Otros 49 menores, hijos de reclusas, se encuentran en albergues, pues las madres no tienen familiares o pareja que se puedan hacer cargo de ellos. En estos casos, una vez al mes son ingresados a la prisión para visitar a sus progenitoras. Se trata de menores cuyas edades oscilan entre dos y 18 años; 23 son hombres y 26 mujeres.
Sobre el mismo tema, la subsecretaría celebró ayer a las 957 internas que son madres, tanto en Santa Martha como en el penal femenil de Tepepan; es decir, casi la mitad de la población penitenciaria femenil que hay en la ciudad de México.
Para el festejo, en la dependencia se preparó un menú especial consistente en mole con pollo, arroz y agua de frutas; además, la organización Floristas Unidos del Mercado de Jamaica donaron rosas para cada una de las festejadas y se realizaron festivales de música, baile y canto.
En el caso de los reclusorios varoniles, la subsecretaría dio preferencia de acceso
a las madres y esposas con hijos que acudieron a visitar a sus internos como una cortesía
por la celebración del Día de las Madres.