Los proyectos de reforma laboral de PRI y PAN no sólo afectarían el empleo estable y la antigüedad que sirve de base para el cálculo de las pensiones, sino constituyen un autoatentado de los sindicatos que perderían fuerza y razón de ser al no tener una membresía a la cual representar, advirtieron ayer los dirigentes de trabajadores electricistas, mineros y universitarios.

No puede existir un sindicato de eventuales, ni contrato colectivo, ni seguridad social, expuso ante la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Agustín Rodríguez, en referencia a que uno de los ejes de ambos proyectos es la contratación temporal.

Al respecto, Jesús Feliciano Cibrián, representante del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos, señaló que las iniciativas de PRI y PAN se enfocan hacia la destrucción de la estabilidad en el empleo, de las medidas sociales que los protegen y de los sindicatos, para los que es un suicidio.

Por su parte, el abogado laboralista Arturo Alcalde Justiani reprochó que las iniciativas pretendan legalizar la contratación de trabajadores por terceras empresas, el llamado outsourcing. Lo que quiere el señor (Javier) Lozano es generar trabajadores desechables. ¿Eso es lo que ustedes van a respaldar?, preguntó a los legisladores.

Cuestionó que en los proyectos de ambos partidos se dejó a un lado la libertad y democracia sindical, aun cuando en un anterior proyecto AN planteó la disolución del uso político de los sindicatos.

¿Por qué en este proyecto desaparece el tema? Debo suponer que no se trata del tema de la reforma, sino que, tal y como lo proponen, hay convencimiento de la necesidad de respetar al sindicalismo corporativo y complacer a la contratación colectiva de protección patronal. Este es el gran ausente, no el único. Y, por ejemplo, no incluye un registro público de contratos colectivos y sindicatos con autonomía para que deje de ser espacio de poder del Ejecutivo y de los estados, expresó.

Al continuar ayer las audiencias públicas de la Comisión del Trabajo en relación a la reforma laboral, los dirigentes sindicales lamentaron que la Secretaría del Trabajo continúa dándole un uso político a la toma de nota a los secretarios generales electos.

Por su parte, el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, planteó que se quite a la dependencia la toma de nota. Lo que se pretende modificar es para beneficio de la clase trabajadora, y al entregar un reporte de análisis a las iniciativas, dijo que éstas no mejorarán las condiciones de los trabajadores, porque considera la imposición de los periodos a prueba, que no solucionarán la falta de empleo y lo que se busca es acabar con el empleo estable y la antigüedad; cambiar la forma para rescisión del contrato sólo beneficiará a los patrones, concluyó.