Ante el clima de inseguridad que se vive en el país, empresarios de diversos estados han emigrado junto con sus familias principalmente al Distrito Federal y su zona conurbada, explicó en entrevista con La Jornada Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quien comentó que las entidades con mayor éxodo empresarial han sido Tamaulipas, Chihuahua y Nuevo León.

En ese contexto, explicó que la solución para algunos integrantes del organismo que encabeza, quienes tienen sus empresas en el norte y han sufrido chantajes y extorsiones, es buscar un lugar más seguro.

Añadió que los empresarios y sus familiares han venido cambiando su lugar de residencia buscando una vida más tranquila, aunque van y vienen para estar al tanto de sus negocios.

Aunque el presidente de la Coparmex declinó revelar los nombres de los afiliados a esa confederación que han salido de sus lugares de origen, puede citarse el caso de un empresario español dedicado al reciclaje, quien dejó Ciudad Victoria, Tamaulipas, y cerró su empresa, lo que ocasionó que se perdieran 60 empleos directos.

Narco y violencia amenazan inversiones

Los altos niveles de inseguridad han provocado que quienes desarrollan su actividad empresarial en ciudades fronterizas busquen refugio en Estados Unidos. Según la firma Montero Wolkov, especializada en derecho corporativo e internacional, con oficinas en Miami y Fort Lauderdale, Florida, se ha registrado un incremento de 30 por ciento en el número de empresarios que desean residir en el país vecino.

El portal de negocios CNN-Expansión explicó que, en su mayoría, las empresas migrantes se dedican a los ramos restaurantero y de servicios profesionales, donde sus dueños cuentan con amplia liquidez y lo que buscan es cambiar de ambiente y dar a sus familias la tranquilidad que no encuentran en México.

Por otro lado, en diciembre de 2010 la Coparmex reveló que 12 por ciento de las grandes empresas internacionales asentadas en México abandonaron el país a causa del crimen organizado, lo cual traerá graves consecuencias en el crecimiento de la economía mexicana al reducirse la inversión y el cese en la generación de empleos, lo que se traducirá en 2011 en una pérdida importante en el poder adquisitivo de los trabajadores.

La mayor preocupación es la fuga de capitales, explicó el presidente del organismo empresarial, quien aceptó que esto es consecuencia de que en otros países se ofrezcan mejores condiciones de desarrollo y seguridad al momento de querer establecer una industria.

Lo que el organismo patronal ha propuesto al gobierno federal, a partir de este panorama de inseguridad y pérdida de inversión en que se encuentra inmerso el país, es brindar mayor seguridad en las principales carreteras y rutas de acceso por donde pasa la mercancía, apoyar a las empresas para que no sean molestadas, generar mecanismos que faciliten la obtención de créditos y así los inversionistas cuenten con mayores posibilidades para impulsar sus negocios en México, concluyó el dirigente.