Por primera vez un documento oficial reconoce la necesidad de cambios en el sector
Comienzan a circular entre la población los lineamientos aprobados en el congreso del PCC
Martes 10 de mayo de 2011, p. 22
La Habana, 9 de mayo. El sexto congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) abrió la puerta para suavizar la política migratoria y facilitar a los cubanos la salida al exterior como turistas o trabajadores, según los documentos finales de la reunión, que además confirmaron la apertura de la compraventa de viviendas y autos entre particulares.
El plan que aprobó el congreso, llamado Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como un cuadro comparativo de los cambios al proyecto original, empezaron a circular masivamente este lunes.
Aunque los acuerdos son un hecho político consumado, aún falta la legislación o reglamentación correspondiente.
En los lineamientos no hay un capítulo sobre política migratoria ni las formulaciones son directas, pero es la primera vez en medio siglo que un documento oficial y público reconoce la necesidad de reformas en este punto, uno de los más reclamados por la población en los últimos años.
En un tramo dedicado al turismo, un lineamiento prevé estudiar una política que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas
. En otro, sobre comercio exterior, se acordó una estrategia integral para la exportación de servicios que contemple el análisis flexible de la contratación de la fuerza de trabajo individual
. En un capítulo para el deporte, el cuadro comparativo reveló que hubo propuestas para admitir la contratación de atletas en el extranjero, pero la conclusión es que el tema se continuará estudiando
.
La tarjeta blanca
Para viajar al extranjero, además de la visa del país correspondiente, los cubanos tienen que pedir un permiso especial (o tarjeta blanca
) en cada caso, que otorga o niega discrecionalmente el Ministerio del Interior. En los años 90 aumentó la expedición de esas autorizaciones y se creó un estatus nuevo para residir en el exterior sin perder derechos en el país, como la propiedad de la vivienda y los muebles. También se ampliaron las facilidades para que los emigrados visitaran a sus familiares en la isla.
Sin embargo, aún existe la fórmula de salida definitiva
, por la cual la persona debe entregar al gobierno todas sus pertenencias. También se mantiene la prohibición de facto para que algunos emigrados visiten Cuba, como el caso de los balseros que se fueron a Estados Unidos en la segunda mitad de los 90. Un millón 700 mil cubanos viven fuera de su país, según el último dato oficial conocido.
Algunos sectores, como los militares, trabajadores de la salud, menores de edad, profesionales y funcionarios públicos, tienen restricciones adicionales. A los opositores al gobierno sólo excepcionalmente se les permite salir temporalmente del país. Aún así, miles de cubanos viajan fuera de la isla y regresan.
El debate
Según fuentes enteradas, la discusión de la política migratoria en el primer círculo del poder tiene años, sin que aún haya una conclusión definitiva. Una de las claves en el debate es la circularidad migratoria
, un fenómeno común en el mundo, por el cual los ciudadanos de un país trabajan en otro, envían remesas y vuelven a su lugar de origen al cabo de cierto tiempo, regular o definitivamente.
Ese horizonte fue evocado explícitamente en noviembre pasado por la ministra del Trabajo, Margarita González, cuando dijo a la televisión que la exportación de fuerza laboral calificada sería una alternativa a los despidos masivos, además de la microempresa. Hay que buscar cómo insertarlos tanto en el área como en otros países
, señaló entonces la funcionaria, hablando de una parte de los empleados que quedarían cesantes.
Unos 50 mil profesionales cubanos trabajan ahora en 77 países, de los cuales unos 38 mil son del sector médico y representan la principal fuente de divisas del país. Sin embargo, su ubicación se debe a contrataciones a través del Estado.
Autos y viviendas
La versión final de los lineamientos confirmó anuncios previos sobre la apertura del mercado de autos y viviendas entre particulares. En el primer caso, la medida se aplica en el parque vehicular ya existente y por tanto no representa una liberación completa. Es decir que los particulares no podrán todavía comprar unidades nuevas.
Sin embargo, será un cambio de honda repercusión en la vida diaria de los cubanos, obligados como están ahora a mantener a toda costa y hasta el infinito sus vehículos con décadas de vida, por la falta de oportunidades para negociarlos.
El fenómeno es similar con el acuerdo sobre la vivienda, que incluye la política de flexibilizar
otras formas de transmisión de propiedad, como la permuta y la donación, así como de agilizar los trámites
para remodelar, construir y arrendar.
La inmovilidad en el mercado inmobiliario generó un deterioro acumulado de viviendas y al mismo tiempo un mercado negro, que reconocía de hecho el intercambio mercantil a través de la corrupción en la institución a cargo del sector.